Nuestra
Mente nos define como personas
realizando una especie de “reciclado” de todo aquello que se nos introduce a
través de las escenas y sonidos los cuales constituyen una verdadera invasión
de los medios informativos especializados que tienden a saturar nuestro pensamiento,
condicionándolo, sino estamos atentos, a una elección errónea de lo que entendamos
deba ser realizado.
Una
minuciosa selección “de todo lo que nos
entra” nos ayudará a saber “separar lo vital de lo trivial” poniendo un
necesario “punto de equilibrio” en todas aquellas acciones que nos determinen y
definan como “personas socialmente integradas y participativas”
Pensar ‘en positivo’
es hoy un concepto que pertenece al lenguaje corriente. Utilizamos a menudo
frases que nos recuerdan que la calidad de los pensamientos determina la
calidad de la vida. Sabemos que alimentar pensamientos sombríos y
autolimitadores se suele traducir en realidades oscuras y frustrantes, y a la
inversa.
Somos lo que
pensamos y por eso es muy importante reeducarnos a nosotros mismos para
sustituir las ideas negativas grabadas en nuestra mente quién sabe cuándo, por
otras impregnadas de positividad y elegidas libremente. Se trata de hacer
limpieza de pensamientos y creencias que nos atascan el crecimiento interior y
el derecho a vivir mejor.
Los pensamientos crean la realidad. Si esta afirmación te suena
rara, fíjate en que todo lo que nos rodea fue un pensamiento en la mente de
alguien antes de convertirse en algo real. Coches, ciudades, inventos,
carreteras. Todo existió como pensamiento antes de ser tangible.
La energía mental es una fuerza muy poderosa. Los pensamientos
atraen energías que le son afines, multiplicándolas. Este proceso hace que los
pensamientos marquen la pauta de lo que ha de ser creado.
El impulso de las
emociones los mueve y los proyecta hacia fuera, haciéndolos salir del mundo
interno hacia el mundo externo. Cuanto más intensas y claras sean tus emociones,
antes se creará lo que tienes en mente.
“Son nuestros pensamientos lo que
nos hacen lo que somos. Nuestra actitud mental es el factor X que determina
nuestro destino. Emerson dijo: “Un hombre es lo que él piensa durante todo el
día”. ¿Cómo él podría ser otra cosa? Yo sé ahora, con una convicción que no
admite duda, que el mayor problema que usted y yo encaramos en realidad, casi
el único problema, es la elección de los pensamientos acertados. Si somos
capaces de esta elección, estamos en el camino que conduce a la solución de
todos nuestros problemas.
Marco Aurelio, el gran filósofo que gobernó el Imperio Romano,
resumió esto en ocho palabras; son ocho palabras que pueden determinar nuestro
destino: “Nuestra vida es la obra de nuestros pensamientos”. Sí, si tenemos
pensamientos felices, seremos felices. Si tenemos pensamientos desdichados, seremos
desdichados. Si tenemos pensamientos enfermizos, caeremos probablemente
enfermos. Si pensamos en el fracaso, seguramente fracasaremos. Si nos dedicamos
a compadecernos, todo el mundo huirá de nosotros”.
Cuando nos sentamos a escribir nuestro pensamiento cual si
fuese una esponja “nos demuestra todo lo que ha absorbido” es nuestra mente la
que pone orden en todas esas cosas dictándole a nuestro intelecto todas las
emociones contenidas que pretendemos transmitir.
Hugo W Arostegui
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