sábado, 7 de enero de 2017

Una Tribuna Abierta


He aquí algunas expresiones que me han llegado a través de distintos medios que me ha parecido prudente exponerlas tal cual han sido formuladas.

Cada uno se manifiesta desde su propia óptica y nos comenta sobre sus experiencias de vida en esta búsqueda constante de respuestas que le puedan ayudar a comprender mejor su propia identidad.

“Y es que cada vez que  quiero ser feliz tengo  miedo de no serlo; y cuanto más  quiero a mi familia, con la misma intensidad temo perderla; cuando más anhelo poder amar a mi amigo(a), al mismo tiempo tengo miedo ser rechazado por él(a); quiero amar con la misma intensidad que temo ser rechazado; quiero hacer cosas grandes, y al mismo tiempo me produce miedo elevarme”.

Por otro lado no sería extraño que una persona triste y cargada de frustración haya pronunciado muchas veces frases como: “Si hubiera hecho…”, “Si hubiera aprovechado”, “Si…”... No sería extraño porque nadie quisiera desperdiciar su vida dejando de lados sus anhelos, traicionando sus sueños, olvidando sus aspiraciones, negando su humanidad que anhela el infinito”
Y ante esta experiencia ¿Qué debo hacer?:
¿emprender mis sueños, aun sabiendo el riesgo que ello implica? o ¿Quizás debo abandonar mis sueños y así  evitar el dolor de ser defraudado?...”.

Esto lo vemos todo el tiempo: Desde amistades superficiales que temen entregarse de verdad, noviazgos en los que ninguno se compromete con el otro, hasta los llamados matrimonios a prueba. Lo vemos cuando muchas personas han traicionado sus anhelos más profundos y se han conformado con las seguridades que trae una profesión más rentable o cuando muchos traicionan su conciencia y su moral por no dar una mala imagen ante los demás”.

Pero nos damos cuenta que si queremos alcanzar la grandeza en nuestra vida  tenemos que sumergirnos en los riesgos, peligros, incluso en el dolor, la fatiga, el trabajo…  en el fondo sabemos que la existencia más hermosa tiene que estar rodeada de estas situaciones aventurezcas, que al mismo tiempo queremos y  no queremos”

El hombre no debe anhelar que el riesgo sea eliminado de su existencia. Todos sentimos la tentación de instalarnos, de aburguesarnos, de colocarnos al abrigo de todo riesgo, de apartar el miedo de nuestras vidas, de buscar sentirnos bien”.

“Y a pesar de esto tenemos una intuición casi certera de que lo mejor para cada uno es la aceptación del riesgo existencial”

Esto lo vemos todo el tiempo: Desde amistades superficiales que temen entregarse de verdad, noviazgos en los que ninguno se compromete con el otro, hasta los llamados matrimonios a prueba. Lo vemos cuando muchas personas han traicionado sus anhelos más profundos y se han conformado con las seguridades que trae una profesión más rentable o cuando muchos traicionan su conciencia y su moral por no dar una mala imagen ante los demás”


Hugo W Arostegui

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