He aquí algunas
expresiones que me han llegado a través de distintos medios que me ha parecido
prudente exponerlas tal cual han sido formuladas.
Cada uno se manifiesta
desde su propia óptica y nos comenta sobre sus experiencias de vida en esta búsqueda
constante de respuestas que le puedan ayudar a comprender mejor su propia
identidad.
“Y es que cada vez que
quiero ser feliz tengo miedo de no serlo; y cuanto más quiero
a mi familia, con la misma intensidad temo perderla; cuando más anhelo poder
amar a mi amigo(a), al mismo tiempo tengo miedo ser rechazado por él(a); quiero
amar con la misma intensidad que temo ser rechazado; quiero hacer cosas
grandes, y al mismo tiempo me produce miedo elevarme”.
“Por otro
lado no sería extraño que una persona triste y cargada de frustración haya pronunciado
muchas veces frases como: “Si hubiera hecho…”, “Si hubiera aprovechado”,
“Si…”... No sería extraño porque nadie quisiera desperdiciar su vida dejando de
lados sus anhelos, traicionando sus sueños, olvidando sus aspiraciones, negando
su humanidad que anhela el infinito”
Y ante esta experiencia
¿Qué debo hacer?:
¿emprender mis sueños, aun
sabiendo el riesgo que ello implica? o ¿Quizás debo abandonar mis sueños y así
evitar el dolor de ser defraudado?...”.
“Esto lo
vemos todo el tiempo: Desde amistades superficiales que temen entregarse de verdad,
noviazgos en los que ninguno se compromete con el otro, hasta los llamados
matrimonios a prueba. Lo vemos cuando muchas personas han traicionado sus
anhelos más profundos y se han conformado con las seguridades que trae una
profesión más rentable o cuando muchos traicionan su conciencia y su moral por
no dar una mala imagen ante los demás”.
“Pero nos damos cuenta que si queremos alcanzar la
grandeza en nuestra vida tenemos que sumergirnos en los riesgos,
peligros, incluso en el dolor, la fatiga, el trabajo… en el fondo sabemos que la existencia
más hermosa tiene que estar rodeada de estas situaciones aventurezcas, que al
mismo tiempo queremos y no queremos”
“El hombre
no debe anhelar que el riesgo sea eliminado de su existencia. Todos sentimos la
tentación de instalarnos, de aburguesarnos, de colocarnos al abrigo de todo
riesgo, de apartar el miedo de nuestras vidas, de buscar sentirnos bien”.
“Y a pesar de esto tenemos
una intuición casi certera de que lo mejor para cada uno es la aceptación del
riesgo existencial”
“Esto lo vemos todo el tiempo: Desde amistades
superficiales que temen entregarse de verdad, noviazgos en los que ninguno se
compromete con el otro, hasta los llamados matrimonios a prueba. Lo vemos
cuando muchas personas han traicionado sus anhelos más profundos y se han conformado
con las seguridades que trae una profesión más rentable o cuando muchos
traicionan su conciencia y su moral por no dar una mala imagen ante los demás”
Hugo W Arostegui
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