El estudio de la motivación, investiga la explicación de las propias
acciones humanas: ¿qué es lo que motiva a alguien a hacer algo? ¿Cuáles son los
determinantes que incitan a ello?
Toda actividad está motivada por algo, y ese algo es lo que hemos
llamado motivo. Un Motivo: es lo que impulsa a una persona a actuar en
determinada forma o, cuando menos, a desarrollar una propensión para un
estímulo externo, o bien puede generarse internamente en los procesos
fisiológicos y de pensamiento del individuo.
La motivación está constituida por todos los factores capaces de
provocar, mantener y dirigir la conducta hacia un objetivo. La motivación está
relacionada con el impulso, porque éste provee eficacia al esfuerzo colectivo
orientado a conseguir los objetivos, por ejemplo, empuja al individuo a la
búsqueda continua de mejores situaciones a fin de realizarse profesional y
personalmente, integrándolo así en la comunidad donde su acción cobra
significado.
La motivación es a la vez objetivo y acción. Sentirse motivado significa
identificarse con el fin y, por el contrario, sentirse desmotivado representa
la pérdida de interés y de significado del objetivo o, lo que es lo mismo, la
imposibilidad de conseguirlo.
La motivación no es un concepto sencillo. Para los psicólogos es difícil
describir el impulso que existe detrás de un comportamiento. La motivación de
cualquier organismo, incluso del más sencillo, solo se comprende parcialmente;
implica necesidades, deseos, tensiones, incomodidades y expectativas.
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