Entre un enorme caudal de información, esa que con el paso del tiempo se
acumula en los cajones de nuestro escritorio, sin que sepamos a ciencia cierta
de donde ni de parte de quién provienen, me encontré con este manuscrito
realizado en una servilleta del antiguo “Café Sorocabana” seguramente
proveniente de la mesa en que solíamos juntarnos en nuestros tan escasos como
valiosos “tiempos libres” para disfrutar en conjunto de un improvisado
asueto mediante el cual compartíamos las peripecias de nuestros día a
día.
Como lo expuesto en la improvisada misiva contenía latente, todo el
ingenio y la picardía propia de nuestra añeja juventud , me he tomado el
atrevimiento de compartirlo tal cual ha llegado a mis manos sin poder,
como es obvio, identificar a sus autores.
El manuscrito dice lo siguiente:
LOS PSICÓLOGO/AS:
No nos entristecemos, elaboramos nuestro duelo.
No enfermamos, somatizamos.
No estudiamos, sublimamos.
No tenemos ocurrencias, tenemos Insight.
No nos equivocamos, tenemos actos fallidos.
No cambiamos de idea, resignificamos.
No hacemos disparates, desplegamos nuestra creatividad.
No hablamos, verbalizamos..
No conversamos, puntualizamos.
No respondemos, interpretamos.
No decimos estupideces, asociamos libremente.
No nos desahogan, hacemos catarsis.
No hablamos por teléfono, nos comunicamos de inconsciente a
inconsciente.
No somos pesados, tenemos una ligera compulsión a la repetición.
No resolvemos nuestros problemas, elaboramos nuestros conflictos..
No nos enamoramos, hacemos transferencia.
No padecemos la crisis, estamos atravesados por el malestar.
No tenemos relaciones sexuales, liberamos la libido!!!
Tal la desfachatada creatividad de aquellos tiempos.
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