Esta acepción del término que estamos abordando es lo que da lugar a la
llamada inspiración artística, la cual tiene su origen en la cultura helénica.
En ella existía la figura de la musa que se consideraba que era la diosa que
“llevaba” a los artistas a realizar sus distintas composiciones y trabajos.
En concreto, en Grecia tenían nueve musas que eran las fuentes de
inspiración para poetas, músicos o pensadores, entre otros. Así, aquellas eran
las siguientes:
Calíope, la musa de la poesía épica y la elocuencia.
Erato, la de la canción amatoria.
Melpómene, la de la tragedia.
Talía, la fuente de inspiración para la poesía bucólica y también para la comedia.
Urania, la musa de la astronomía y las ciencias.
Clío, la de la epopeya.
Euterpe, la de la música.
Polimnia, la de la poesía sacra y los cantos sagrados.
Terpsícore, la inspiración para la danza.
Más allá de lo espontáneo de la inspiración, el sujeto puede contribuir
a que ésta aparezca. Cada persona tiene sus rituales o costumbres que lleva a
cabo con el deseo de hacer surgir a la inspiración. Preparar un espacio en la casa,
escuchar música, aromatizar el ambiente, visitar un determinado lugar o
viajar son algunas de las conductas habituales para fomentar la inspiración.
La inspiración se valora de una forma especial en cualquier proceso
creativo en el que surge la chispa, es decir, brotan las ideas de una forma
espontánea y natural. Cualquier escritor saca el máximo partido a sus momentos
de inspiración, a esos momentos de trabajo que son totalmente imprevisibles, es
decir, no surgen de una planificación previa porque la mente no es una
máquina.
Un escritor puede tomar ideas para inspirarse en su trabajo cotidiano a
partir de situaciones de su día a día, a través de una película, mediante un
buen libro, en una conversación con amigos… La inspiración muestra que el ser
humano necesita salir de sí mismo para seguir aprendiendo constantemente de
otros.
Una inspiración es aquello que evoca en ti algo especial. Un gancho que
conecta con una gran idea. La inspiración es agradable, sin embargo, cualquier
artista descubre que existen muy pocos momentos de inspiración en comparación a
las largas horas de trabajo frente al folio en blanco. Por eso, la mejor
filosofía que tiene cualquier artista es: “Que la inspiración te encuentre
trabajando”. Es decir, podríamos decir que para estar inspirado también es recomendable
tener una buena predisposición de trabajo en relación con unos hábitos de
horarios regulares, un entorno de trabajo acogedor, una rutina profesional
concreta…
Dentro de los escenarios que son ideales como punto de inspiración conviene destacar que la naturaleza es un marco perfecto de bienestar que produce sensaciones y emociones muy agradables. Al estar en contacto con la naturaleza, la mente se siente desbordada por la perfección de tanta belleza, además, al respirar aire puro, cualquier persona se siente más relajada y tranquila. Conecta más consigo misma. Y en este entorno de bienestar absoluto, también fluyen mejor las ideas porque para tener una buena inspiración es fundamental estar bien descansado y relajado.
Las personas que arrastran altas dosis de estrés y de cansancio tienen pocos momentos de inspiración porque el estrés es agotador en sí mismo. Un momento de inspiración es una especie de momento mágico a través del que una persona puede dar rienda suelta a toda su creatividad gracias a ese chispazo de luz que da lugar a una idea brillante, original y genuina.
Dentro de los escenarios que son ideales como punto de inspiración conviene destacar que la naturaleza es un marco perfecto de bienestar que produce sensaciones y emociones muy agradables. Al estar en contacto con la naturaleza, la mente se siente desbordada por la perfección de tanta belleza, además, al respirar aire puro, cualquier persona se siente más relajada y tranquila. Conecta más consigo misma. Y en este entorno de bienestar absoluto, también fluyen mejor las ideas porque para tener una buena inspiración es fundamental estar bien descansado y relajado.
Las personas que arrastran altas dosis de estrés y de cansancio tienen pocos momentos de inspiración porque el estrés es agotador en sí mismo. Un momento de inspiración es una especie de momento mágico a través del que una persona puede dar rienda suelta a toda su creatividad gracias a ese chispazo de luz que da lugar a una idea brillante, original y genuina.
La cantidad de estrés que vivimos en esta sociedad, la
mochila emocional que cargamos en la espalda o los reveses pueden hacer que nos
alejemos de nuestro bienestar emocional… pero todo ello no deja de ser, al
mismo tiempo, una parte imprescindible de nuestro viaje. Recordemos que, tanto
las circunstancias positivas como las negativas, nos hacen ser quienes somos
hoy.
Para poder saber qué camino quieres seguir no debes dejar que otros
marquen el sendero de tu vida. Después de recoger toda la información del
exterior que pienses necesaria,deberás ser capaz de mirar en tu
interior para descubrir cuáles son tus pasiones. La pasión es
la compañera perfecta de la inspiración, la persigue allá donde acude y la
secunda sin dudar.
Para conseguir esa inspiración necesaria que estimule tu motivación,
solo tienes que sentarte y anotar en una lista cuáles son tus pasiones. Deberás
ser sincero contigo mismo, porque a medida que vayas escribiéndolo te darás
cuenta de hacia dónde quieres dirigirte.
Una vez que tengas claro qué quieres alcanzar, no te pongas límites y
recuerda que si quieres conseguir algo realmente, sólo tendrás que
buscar los medios necesarios para lograrlo.
Con motivación e inspiración suficiente alcanzar tus sueños no será un
problema para ti.
“Consideremos a las dificultades como peldaños para una vida mejor.”
-Ludwig van Beethoven-
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