Comienza a pasar tiempo con las personas adecuadas. – Esta es la gente que disfrutas, que te aman y te aprecian, y que te animan a mejorar de manera sana y emocionante. Ellos son los que te hacen sentir más vivo, y no sólo te aceptan como eres ahora, sino también te apoyan e incorporan a ese quien tu quieres ser, sin condiciones.
Comienza a encarar tus problemas de frente. – No son tus problemas los que te definen, sino cómo reaccionamos ante ellos y nos recuperamos de ellos. Los problemas no desaparecerán a menos que tomes acción. Haz lo que puedas, cuando puedas, y reconoce lo que has hecho. Todo es cuestión de tomar pequeños pasos en la dirección correcta, centímetro a centímetro. Estos centímetros cuentan, ya que se suman y se convierten en metros y kilómetros en el largo plazo.
Empieza a ser honesto contigo mismo en todo. – Se honesto acerca de lo que es correcto, así como lo que hay que cambiar. Se honesto acerca de lo que quieres lograr y quien deseas llegar a ser. Se honesto con todos los aspectos de tu vida, siempre. Porque eres la única persona con la que siempre puedes contar. Busca en tu alma, por la verdad, para que realmente sepas quien eres tú. Una vez que lo hagas, tendrás una mejor comprensión de donde estás ahora y cómo has llegado hasta aquí, y así estarás mejor equipado para identificar a dónde quieres ir y cómo llegar allí.
Comienza a hacer tu propia felicidad en una prioridad. – Tus necesidades importan. Si no te valoras a ti mismo, te cuidas a ti mismo, y te apoyas a ti mismo, te estás saboteando. Recuerda, es posible hacerse cargo de tus propias necesidades y al mismo tiempo del cuidado de los que te rodean. Y una vez que tus necesidades sean satisfechas, probablemente serás mucho más capaz de ayudar a quienes más te necesitan.
Empieza a notar y vivir en el presente. – Ahora mismo es un milagro. Ahora es el único momento garantizado para Ti. Ahora mismo es la vida. Así que deja de pensar en cuán grandes cosas habrán en el futuro. Deja de pensar en lo que sucedió o no sucedió en el pasado. Aprender a estar en el “aquí y ahora” y experimentar la vida que está sucediendo ahora. Apreciar al mundo por la belleza que posee, en estos momentos.
Empieza a valorar las lecciones que tus errores te enseñan. – Los errores son aceptables, son las piedras de los peldaños del progreso. Si no estás fallando de vez en cuando, no te estás esforzando lo suficiente y no estás aprendiendo. Toma riesgos, tropieza, cae y levántate y vuelve a intentarlo. Valora que te estás impulsando, aprendiendo, creciendo y mejorando. Los logros significativos son casi invariablemente realizados al final de un largo camino de fracasos. Uno de los “errores” que temes puede ser el enlace a tu logro más grande hasta el momento.
Empieza a ser más amable contigo mismo. – Si tuvieras a un amigo que te hablara de la misma manera en que a veces te hablas a tí mismo, ¿cuánto tiempo le permitirías a esa persona ser tu amigo? La forma en que te tratas establece el estándar para los demás. Tienes que amar quien Tu eres o nadie lo hará.
Comienza a disfrutar de las cosas que ya tienes. – El problema con muchos de nosotros es que creemos que seremos felices cuando alcanzamos un cierto nivel en la vida – un nivel en el que vemos a otros operando – al jefe con su gran oficina, ese amigo de un amigo que posee una mansión en la playa, etc. Desafortunadamente, se necesita un tiempo antes de llegar allí, y al llegar allí lo más probable es que un nuevo destino esté en mente. Vas a terminar gastando toda tu vida trabajando para algo nuevo sin detenerte a disfrutar de las cosas que tienes ahora. Así que toma un momento de tranquilidad todos los días en cuanto despiertes para que aprecies dónde estás y lo que ya tienes.
Comienza a crear tu propia felicidad. – Si estás esperando a que alguien más te haga feliz, te estás perdiendo. Sonríe porque puedes. Elije la felicidad. Sé el cambio que quieres ver en el mundo. Sé feliz con quien eres ahora, y deja que tu positividad inspire tu viaje hacia el mañana. La felicidad se encuentra a menudo donde y cuando decidas buscarla. Si buscas la felicidad dentro de las posibilidades que tienes, es muy probable que la encuentres. Pero si constantemente buscas algo más, por desgracia, lo encontrarás también.
Empieza a dar a tus ideas y sueños una oportunidad. – En la vida, rara vez se tiene una oportunidad, se trata de tomar una oportunidad. Nunca vas a estar 100% seguro de que funcione, pero siempre puedes estar 100% seguro de que el no hacer nada no va a funcionar. La mayoría de las veces sólo tienes que ir por ello! Y no importa lo que resulte, siempre termina de la manera que debería ser. O tendrás éxito o aprenderás algo.
Empieza a competir contra una versión anterior de Ti mismo. – Déjate inspirar por los demás, aprecia a los demás, aprende de los demás, pero sabe bien que competir contra ellos es una pérdida de tiempo. Tu estás en competencia con una persona solamente: Tu mismo. Estás compitiendo para ser lo mejor que puedes ser. Apunta a romper tus propias marcas personales.
Empieza a festejar las victorias de los demás. – Empieza a notar lo que te gusta de los demás y díselos. Tener una apreciación de lo increíble que es la gente que te rodea te lleva a buenos lugares – productivos, satisfactorios y tranquilos. Así que sé feliz por aquellos que están haciendo progresos. Celebra sus victorias. Da gracias por sus bendiciones, abiertamente. Lo que va, vuelve, y tarde o temprano la gente que estás animando comenzará animándote a ti.
Comienza a aceptar las cosas cuando no son perfectas. – Recuerda, “perfecto” es el enemigo de ‘bueno’. Uno de los mayores retos para las personas que quieren mejorar y mejorar el mundo es aprender a aceptar las cosas como son. A veces es mejor aceptar y apreciar el mundo tal como es, y a la gente como es, en lugar de tratar de que todo y todos se ajusten a un ideal imposible. No, no debes aceptar una vida de mediocridad, sino aprender a amar y valorar las cosas cuando no son perfectas.
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