“Crear tu día” es el poder de decisión que cada individuo posee sobre sí
mismo, significa estructurar el marco idóneo a través del cual queremos que
transcurra nuestro día.
La filosofía de “Crear tu día”, apela a observar nuestras reacciones y
decidir qué pensar, es decir ser conscientes de cómo queremos que sucedan las
cosas, no solo actuar intuitivamente sino asignarle un patrón determinado a
cada incidente. Se trata de asumir la responsabilidad de nuestro proceder,
tomar un papel activo y no solo circunstancial.
Esto funciona con base en formulaciones que se hacen al amanecer, es
decir al despertar.
La importancia de que sea al inicio es que las primeras horas construyen
el día y determinan nuestro estado de ánimo.
Estas formulaciones deben ser positivas y factibles, previendo
escenarios que pudieran modificar nuestra rutina.
Al crear tu día, decides cómo quieres que transcurra, el significado que
le darás a los eventos y encuentros que tengas, cabe recordar que no son deseos
sino formulaciones factibles.
De algún modo es una manera de puntuar nuestras experiencias, asignarles
un valor, con la diferencia de que este cada día debe ser más positivo para
tener una rutina más armónica y productiva.
Crear tu día es un ejercicio que requiere de disciplina, es una
actividad que necesita de repetición y constancia para obtener los
dividendos deseados.
Las formulaciones no siempre serán las mismas, estas se irán adaptando a
nuestras necesidades y conforme al sentimiento que nos provoquen, la conexión
emocional es el principal elemento a tomar en cuenta para tener un día ideal.
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