viernes, 25 de octubre de 2019

Saber Conducirse


En ocasiones, la vida no está yendo por el sendero más positivo. Nos sentimos frustrados, desalentados, nada está bien y no sabemos cómo lograr que esta situación cambie.

Cuando nos sentimos tan perdidos, cuando la depresión o problemas peores nos abordan, acudir a un psicólogo es una opción. Pero, ¿qué nos garantiza que nos solucionará el problema?

Ir al psicólogo se convierte en nuestra vía de escape. Incluso a veces, acudimos porque pensamos que somos incapaces de lograr una solución por nosotros mismos. Pero, ¿estás seguro de ello?

Hoy descubrirás que en muchas ocasiones, acudimos al psicólogo por mera comodidad. 

Realmente, la solución está en nuestro interior. ¡Descúbrela! Conoce al psicólogo que llevas en tu interior.
Cuando acudimos a un psicólogo, este tiene que conocernos primero. A menos que sea una persona conocida o alguien de nuestra propia familia, el psicólogo no sabe absolutamente nada de nosotros.
A pesar de esta primera sensación incómoda por tener que contarle todo a la persona desconocida que tenemos delante, esto puede ser terapéutico.

Hablar de nosotros nos hará reflexionar sobre nuestra vida y recordar momentos que creíamos olvidados.

Todo esto será importante para solucionar los problemas que nos acaecen en este momento. Pero, a pesar de esto el psicólogo nunca llegará a conocerte tanto como te conoces tú mismo.
Es más, quizás te resistas a que esto suceda así. Son muy pocas las personas que lo saben absolutamente todo de nosotros. Y seguramente, ¡se nos escape algo!

Sentimientos, pensamientos, sueños… Es algo que nosotros vivimos solos y que no compartimos con nadie. Si estás pasando por un mal momento, tú mejor que nadie conocerás tus reacciones y los motivos.

“El que sabe conocerse a sí mismo es dueño de sí”
-Pierre de Ronsard-

Existen cosas que no queremos que nadie conozca. Quizás el problema que tenemos en este momento esté relacionado con alguna especie de culpabilidad que nos avergüenza. Tal vez, no le quieras contar esto a tu psicólogo. Un punto muy importante que afectará al éxito de la terapia.

Hay que ser totalmente sinceros, pero no hay mejor sinceridad que la que nos profesamos a nosotros mismos.
¿Quién dijo que podría ser fácil? Todo lo que merece la pena, ¡cuesta! Lo primero que debemos pensar es siempre en positivo.

Hay una situación negativa que nos está haciendo la vida muy difícil y complicada. Algo inesperado, que se escapa de nuestro control. ¿Qué hacer ante una situación como esta?

Nuestra vida ha cambiado y con positivismo debemos intentar superar y cambiar esta situación por la que estamos pasando. Para ello, es necesario que seamos conscientes de lo que nos está pasando.
Solo la persona que tiene el problema deberá sacar las fuerzas necesarias para salir de su problema.
Pues nadie más que ella tomará la iniciativa de poder cambiar.

“Un poco más de persistencia, un poco más de esfuerzo
y lo que parecía un fracaso sin esperanza puede convertirse en un glorioso éxito”
-Elbert Hubbard-

Como has podido ver, tú puedes llegar a ser tu mejor psicólogo. Estos pueden orientarnos, abrirnos los ojos, ayudarnos… Pero no harán ningún milagro. La fuerza del cambio, el esfuerzo, recae solo en nosotros.



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