Imagina una vida sin sentimientos. ¿Sería posible
disfrutar de algo? Funcionamos con un cuerpo físico, mental, emocional y
espiritual. Si consideramos la palabra 'sentimiento' y la aplicamos a estos
niveles de conciencia podremos examinar a lo que nos conducirá. ¿Cómo sería
experimentar la vida en un cuerpo carente de la capacidad de sentir a nivel
físico? Estaríamos entumecidos, insensibles al tacto, el placer o el dolor.
¿Sería posible mantenernos en contacto con lo que somos sin la capacidad de
sentir a un nivel mental, emocional o espiritual?
Nuestros sentimientos son la esencia de quienes somos. Alimentan la energía que constantemente reinventamos a lo largo de nuestras vidas. Nuestros sentimientos nos mantienen informados de nuestro estado de ánimo; le imprimen expresión a nuestras vidas. Los sentimientos nos motivan o nos deprimen. Son el núcleo de nuestros problemas y nos impulsar a la acción, positiva o negativa. Nosotros somos nuestros sentimientos en todas las etapas de nuestras vidas. Nos informan cómo estamos: optimistas, esperanzados, deprimidos o tristes. Le dan valor y sentido a nuestra existencia, a nuestras relaciones, a nuestros sueños y aspiraciones.
Por eso es tan importante identificar los sentimientos involucrados con nuestras vidas. En nuestros problemas están nuestras oportunidades para cambiar. Después de haber identificado el problema la pregunta que sigue es: "¿Cómo me hace sentir esto? ¿Cuál es el sentimiento asociado al problema, y dónde lo puedo 'sentir' en mi cuerpo? "
El resultado es cambiar la resonancia asociada a la sensación. No sólo somos nuestros sentimientos cuando los experimentamos, por eso tenemos que entender nuestros sentimientos y su origen.
Podemos escapar de nuestros sentimientos, hasta cierto punto. Pasa todo el tiempo. Se le conoce como negación. En un proceso de duelo por la pérdida causada por la muerte de alguien querido o el final de una relación, podemos tratar de bloquear los sentimientos asociados con el evento, bloquear el flujo de energía de los sentimientos desde el núcleo interno de la conciencia mental. Algunas formas de represión pueden ser muy agobiantes. Esto puede suceder cuando el dolor, la tristeza y fuerzas similares nos empujan hasta el borde de nuestra capacidad para aceptar el dolor y la pérdida.
El ser experimenta todo esto en el centro de nuestra naturaleza emocional. Los sentimientos deben ser identificados, aceptados y sentidos antes de que puedan ser tratados. Identificar su naturaleza y lo que están tratando de decirnos es esencial para entender el estado actual de ser. El conocimiento informado de nuestros sentimientos es esencial para que mantengamos buenas relaciones.
Los sentimientos son la información sobre quién y qué somos, dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos en nuestra evolución personal, o lo que nos está limitando para seguir adelante con nuestras vidas. Reciclar los viejos sentimientos nos mantiene atrapados en nuestras vidas y son una manera de permanecer en lo que nos es familiar y nos limita. Reconocer nuestros sentimientos y cambiar la resonancia con ellos es lo que nos impulsa al crecimiento. Aceptar nuestros sentimientos y trabajar nuestros patrones inconscientes asociados a esos sentimientos nos permite liberarnos de su control sobre la psique y responder a su necesidad de ser identificados y expresados. Sólo los podemos liberar después de haberlos aceptado y expresado en un ambiente seguro.
Nos validamos a nosotros y a los demás al escuchar y comprender los sentimientos expresados. En nuestra comunicación con los demás reconocer un sentimiento puede verificar: "Tú eres importante. Tú eres valioso. Eres digno de ser escuchado". Durante cualquier diferencia de opinión o discusión, una manera de liberar la energía negativa es dejar claro lo que fue el incidente, libre de juicios, y luego decir "esto es lo que yo siento" o "así es como me hizo sentir". De este modo sólo afirmamos los hechos y los sentimientos asociados. Cuando nos sentimos escuchados nos sentimos validados y podemos llegar a algún tipo de conclusión y sentir paz.
Los sentimientos son transitorios, a veces nos sentimos atrapados por ellos, pero a menudo pasamos de un sentimiento a otro. Esa es la naturaleza de lo que somos. Reconocer nuestros sentimientos es importante. Por eso, en una sesión el hacer la pregunta "¿y cómo te hace sentir?" crea una posibilidad inesperada para que la persona identifique y reconozca la sensación consciente por primera vez.
Como seres emocionales, somos sensibles a ser acariciados o golpeados. Debemos celebrar lo que sentimos, aunque sea dolor, porque ese sentimiento fluirá en nosotros. Una vez que sea reconocido sabremos que podemos sobrevivir y seguir adelante con nuestras vidas hacia una mayor coherencia.
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