Gratuidad porque una sonrisa no cuesta dinero. Gratuidad porque el
tiempo que dedicamos a los amigos es gratis…hay tantas cosas que hacemos y
recibimos gratis, que a veces no las valoramos.
Dicen que lo que es gratis no se valora, y es cierto, si hay coste
económico uno lo da más importancia, sin saber que lo más importante de la vida
es gratis.
En unos tiempos en los que el capitalismo nos inunda, en los que todo
tiene que tener una rentabilidad. En los que parece que no hacemos más si no
nos lo pagan, en los que somos números que se traducen en cifras. Hay tantos
ámbitos de la vida en las que una persona es un coste económico, como la
sanidad, la educación, la justicia, el trabajo…tantas y tantas cosas que
suponen cálculos en términos económicos.
Pero hay otros en los que es imposible calcular con dinero, como los
sentimientos y las emociones. Eso es imposible, ¿cuánto cuesta estar alegre?
¿cuánto me cuesta ser generoso? ¿cuánto me cuesta ser agradable? ¿O estar
triste? ¿decepcionado? O el amor, que es gratis…La ternura…
O los paisajes, el cielo es gratis, el aire es gratis, la naturaleza, el
mar…
Y en nuestro día a día ¿O cuando estamos en familia calculamos cuánto
nos cuesta ayudar en casa? ¿O preparar la comida para la familia? ¿O pasar la
tarde con tus padres? O con los amigos, ¿alguien calcula cuánto dinero pierde o
gana tomando un café con los amigos? ¿o acompañándole en un acontecimiento de
su vida? ¿O disfrutando de un rato?
O cuando disfrutamos de un viaje, calculamos el coste del mismo por el
alojamiento, el traslado, etc…, pero seguro que no valoramos en términos
económicos, el paisaje que hemos disfrutado, el monumento que hemos podido ver,
las risas que hemos compartido, las anécdotas que hemos vivido…O simplemente el
paseo matutino o diario, o esa acción solidaria que hacemos a menudo, o esa
ayuda que prestamos al que nos necesita, o esa conversación que tanto nos ha
aportado, o esa lectura que nos ha hecho pensar y aprender…
O esas personas que llegan a nuestra vida y nos hacen felices; o ese
piropo que tanta falta nos hace; o ese consejo que recibimos o damos; o esas
sorpresas que llegan de repente; o esos encuentros que no teníamos previsto; o
esa llamada o mensaje de quién hace tiempo que no tenemos noticias; ese regalo
que recibimos…. tantas y tantas cosas que no cuestan…
También las cosas negativas son gratis…
Deberíamos pensar más en lo que recibimos gratis para poder dar más
gratis, porque se multiplica…Y también ser agradecidos con lo que tenemos y
recibimos, y la gratitud comienza con una sola palabra: Gracias
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