La autoestima está conformada por pensamientos, sentimientos y opiniones
que tenemos sobre nosotros mismos. Esto significa que la autoestima no es fija.
Puede cambiar, según la manera en la que pensamos. Con el transcurso del
tiempo, los hábitos de pensamientos negativos sobre nosotros mismos pueden
hacer caer la autoestima.
A veces, las personas ni siquiera se dan cuenta de que tienen
pensamientos tan negativos acerca de sí mismos. Pero una vez que tomes
consciencia y sepas que la manera de pensar depende de ti, puedes cambiar la
manera de pensar. Y cambiar el modo de pensar acerca de ti mismo cambia la
manera en que te sientes contigo.
Maneja tus críticas internas. Sé consciente de las críticas que te
haces a ti mismo. ¿Le hablarías así a tu mejor amigo? Una voz interna severa
simplemente nos puede demoler. Si tienes el hábito de pensar críticamente sobre
ti mismo, reentrénate y transforma estos pensamientos negativos y desagradables
en comentarios más constructivos.
Concéntrate en lo que te está yendo bien. ¿Estás tan
acostumbrado a concentrarte en tus problemas que son lo único que ves? La
próxima vez que te encuentres fijándote en los problemas y las quejas que tienes
de ti mismo o de tu día, busca algo positivo para contrarrestarlo. Todos los
días, escribe tres cosas buenas acerca de ti mismo y/o tres cosas buenas que
sucedieron ese día debido a un acto o un esfuerzo tuyo.
Apunta al esfuerzo más que a la perfección. Algunas personas
se refrenan por su propia presión para ser perfectas. No logran cosas porque no
lo intentan. Si piensas: "No voy a presentarme a la audición para la obra
porque probablemente no me den el papel principal", seguramente ese rol lo
obtendrá otra persona.
Piensa en los errores como en oportunidades de aprendizaje. Acepta
que cometerás errores. Todos lo hacen. Forman parte del aprendizaje. En lugar
de pensar "Siempre hago las cosas mal", recuérdate a ti mismo que eso
no ocurre siempre sino que es lo que ocurrió en esta situación específica. ¿Qué
puedes hacer de manera diferente la próxima vez?
Establece metas. Piensa en lo que te gustaría lograr. Después, haz
un plan para determinar cómo lograrlo. Respeta tu plan y lleva un registro de
tus avances. Entrena a la voz de tu conciencia para que te recuerde lo que
estás logrando. Por ejemplo: "He estado siguiendo mi plan de hacer
ejercicio físico todos los días durante 45 minutos. Me siento bien por haber
cumplido la promesa que me hice a mí mismo. Sé que puedo continuar así".
Enorgullecerte de tus opiniones y tus ideas. No tengas miedo
de expresarlas. Si alguien no está de acuerdo, no está haciendo una
reflexión sobre lo que vales o sobre tu inteligencia. Esa persona simplemente
ve las cosas de otro modo.
Acepta los elogios. Cuando tenemos la autoestima baja, es
fácil pasar por alto las cosas buenas que la gente dice de nosotros. Cuando
alguien nos dice algo agradable, no lo creemos. Al contrario, pensamos
"... sí, pero no soy tan bueno..." y silenciamos el elogio. En lugar
de eso, acepta un elogio, aprécialo y tómatelo en serio. Haz elogios sinceros
tú también
.
Ayuda a alguien. Ayuda a estudiar a un compañero de clase que tenga
problemas, ayuda a limpiar tu vecindario, participa de una recolección de
fondos para una buena causa u ofrécete como voluntario de alguna otra
manera. Cuando puedas ver que lo que haces marca una diferencia, tu opinión
positiva de ti mismo crecerá y te hará sentir bien. Eso es la autoestima.
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