Cuando utilizamos el término "datos" nos estamos refiriendo a
cualquier información que pueda ser utilizada para llegar a comprender un
mensaje. Los datos pueden ser de diferente tipo: palabras, conceptos,
relaciones, implicaciones, formatos, estructuras, pueden ser lingüísticos,
culturales, sociales, etc.
El proceso de comprensión, contrariamente a lo que habitualmente se
cree, no es un proceso pasivo. Por el contrario, es un proceso que exige por
parte del receptor tanta o más actividad que el proceso de expresión.
Básicamente, podríamos decir que el proceso de comprensión consiste en
aislar, identificar y unir de forma coherente unos datos externos con los datos
de que disponemos.
El proceso de comprensión en sí, es el mismo en todos los casos aunque variarán
los medios y los datos que tendremos que utilizar para llevarlo a cabo. Un
ejemplo nos ayudará a comprender esta idea: cuando un mimo hace una
representación somos capaces de comprender el mensaje que nos quiere transmitir
aunque no utilice palabras, cuando leemos una carta somos capaces de
comprenderla aunque no veamos la expresión de la cara del remitente, cuando un
amigo nos describe su lugar de vacaciones somos capaces de imaginarlo aunque no
lo hayamos visto nunca, ...
Queda claro que si bien la labor que tenemos que realizar para
comprender en cada una de las situaciones es la misma, la diferencia estribará
en los medios y los datos que tendremos que manipular para poder llegar a
hacerlo.
Es importante resaltar la necesidad que tiene el ser humano de
comprender y por lo tanto de contar con una hipótesis sobre cualquier
acontecimiento. Ante cualquier mensaje o situación realizamos una
interpretación, la más adecuada y acorde posible a los datos disponibles en ese
momento.
Esto no quiere decir que sea la "correcta" pero si es
suficiente para saciar nuestra necesidad de interpretar la realidad que nos
rodea. Es inevitable e imposible no realizar interpretaciones.
Todo es interpretado, aunque las interpretaciones estén continuamente
variando y completándose.
El proceso de creación de interpretaciones es la mayoría de las veces
inconsciente aunque a veces pueda ser controlado conscientemente.
La necesidad de realizar el proceso conscientemente es mayor cuando
aprendemos una segunda lengua ya que algunos de los procesos que realizamos en
nuestra primera lengua se ven anulados cuando los tenemos que llevar a cabo en
la segunda.
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