¿Qué tan distraído o distraída eres? Si te pasan casi todas estas
cosas, lo más probable es que seas parte del club. Muchos de tus amigos se
desesperan de tu distracción, pero no lo puedes controlar. Aunque al final ya
se convierten en risas porque saben que nunca podrás cambiar.
Situaciones que sólo le ocurren a los más distraídos:
1. No te pueden encargar cosas cuando vas a la tienda. Porque
se te va a olvidar, pero lo peor es que ni les marcas, porque hasta se te
olvida que alguien te había pedido ese favor.
2. Si alguien te interrumpe, ya valió. Olvidarás lo que hacías,
decías o pensabas hacer.
3. Sueles distraerte hasta con una mosca que pasa. Tu concentración
dura tan sólo unos segundos, así que si alguien te estaba hablando, lo más
probable es que no le hayas prestada nada de atención.
4. Respondes mensajes mentalmente. Después te reclaman de que nunca
contestaste, pero tu creías que sí.
5. Tus amigos saben que no eres desatento, sólo olvidas los planes. Deben
recordarte constantemente, de lo contrario, podrían perderte por completo.
Siempre te preguntas si se iban a ver hoy, la próxima semana y si era cena o
desayuno.
6. Eres “multi-tasking” por obligación. Porque siempre
olvidas lo que continúa y terminas por comenzar a hacer otra cosa, así después
te acuerdas de lo que tenías que hacer, regresando a tu tarea original. ¡Súper
confuso!
7. Pierdes muchas cosas. Y comúnmente las pierdes en casa. También,
sueles dejarlas olvidadas en cualquier lugar al que hayas ido.
8. Hasta pierdes las cosas en tu propio cuerpo. Eres de los típicos
que tienen el celular en la mano y creen que ya lo perdieron, hasta se
espantan.
9. Vas de compras y compras cosas que ni necesitabas, olvidando por lo
que ibas. Al regresar a casa o en la caja si eres afortunado lo recuerdas.
10. Tardas mucho en salir de casa, porque siempre falta algo. Tu
comida, el trabajo, darle de comer a los perros, etc.
La falta de concentración suele ser considerada como un problema por la
psicología, pero varios estudios revelan que para algunas personas ser
distraídos es casi un talento que les permite generar ideas más creativas.
los investigadores destacan la habilidad de los desconcentrados para
considerar muchas más posibilidades en comparación a quienes no les cuesta
mantener la atención. A éstos últimos, cuando se les presenta la necesidad de
resolver un problema, suelen responder con la primera solución que se les viene
a la cabeza y que suele ser la más obvia. En cambio, los distraídos son más
propensos a considerar datos que pueden parecer irrelevantes y que les inspiran
otros pensamientos: cuando no saben dónde buscar, terminan por indagarlo todo.
Sin embargo, y a pesar de los beneficios cognitivos para los menos
atentos, los investigadores destacan que la desconcentración constituye una
ventaja para ciertos grupos de personas que logran desarrollar tales
beneficios. Para otros, andar con la cabeza en las nubes puede representar una
incapacidad de seguir instrucciones y de realizar ciertas actividades.
En el caso de los “distraídos creativos” quizás sea mejor dejarlos
tomarse su café, ya que pueden estar generando nuevas ideas.
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