No sabemos cómo ni por qué. Pero hay personas que nunca parecen tener
problemas, personalidades que resuelven con éxito y tranquilidad sus asuntos
cotidianos sin mayor dificultad. Ahora bien, hemos de admitirlo,
hay problemas y problemas, y nunca será comparable lo que uno sufre con lo que
otro simplemente, esconde.
Cada uno de nosotros tenemos nuestras propias preocupaciones, pero
lo que está claro es que no todos los afrontamos de igual modo. Hay quien
no deja de poner en voz alta cada uno de sus asuntos, volcando en otros sus
ansiedades, problemas y cavilaciones."No te puedes ni imaginar todo lo
que tengo encima, es que todo me pasa a mí y no sé qué voy
a hacer con mi vida". Estas expresiones las oímos
habitualmente en boca de las personas que nos rodean, casi obligándonos a decir
aquello de "Pues hombre, no te compliques tanto la vida".
Pero no es fácil. La existencia a veces nos pone duras pruebas y muchas
piedras en el camino. Y hemos de tener claro un aspecto: somos nosotros mismos
quienes hemos de aprender a hacerles frente. Solo nosotros deberemos
encontrar las fuerzas y el ánimo suficiente para salir de nuestro laberinto. Te
damos a continuación, unas pautas generales para ayudarte. Para tenderte este
hilo de Ariadna con el cual, encontrar la salida.
Puede que tu problema tenga que ver con alguna o algunas personas en
concreto. Alguien te ha decepcionado, alguien te ha hecho daño o ha surgido un
inconveniente que no esperabas. Es algo habitual que ocurrirá no una sino
varias veces a lo largo de nuestro ciclo vital. Así que lo primero que
deberemos entender es que no podemos esperar que los demás cambien de pronto
para adecuarse a tus necesidades o tus expectativas. No esperes que el mundo se
ajuste a tus necesidades o tu punto de vista. El cambio para afrontar
dicha preocupación debe partir de ti.
Deberás esforzarte para cambiar algo, algo que en esencia debe aportarte
más tranquilidad y felicidad. Y recuerda, todo cambio personal requiere
esfuerzo y valentía.
En realidad, todo problema está a su vez formado por muchos otros más
pequeños. ¿Tienes problemas en el trabajo? ¿Por qué ocurre? ¿Es insatisfacción
personal, problemas con los jefes, los compañeros, el trabajo te genera
demasiado estrés? Cuestiona cada elemento de tus preocupaciones y ve al
fondo del asunto, a la raíz misma de lo que te causa tanta ansiedad. No
veas solo dicho problema como un túnel del que no puedes asomar, un laberinto
sin salida. Divídelo en partes pequeñas y afronta cada uno de ellas hasta
llegar a la solución.
Lo más curioso es que, la mayoría de las veces nosotros mismos ya
sabemos en realidad cuál es la solución a nuestro problema. Tal vez deba irme a
otra provincia o a otro país en busca de un mejor trabajo. Tal vez deba dejar a
mi pareja actual en vista de mi infelicidad. Tal vez deba cambiar de amigos. O
tener un poco más de iniciativa en las cosas.
La solución está en ti, y sin embargo, no te atreves a dar el paso. Y es
que siempre cuesta, lo sabemos. Pero recuerda ante todo una cosa: que tienes
derecho a ser feliz, y que para ello, todo esfuerzo merece la pena. Recuerda
también que en realidad, no hay problemas. Solo soluciones que no nos gustan…
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