“Una sociedad que pone el dinero por encima de los
estándares mínimos de calidad termina poniendo en riesgo su integridad”
El común denominador de los acontecimientos
políticos y sociales de los últimos meses está relacionado con la debacle de
sistemas económicos en distintas latitudes, con diferentes escalas
estructurales. Más allá de las latitudes y particularidades regionales, lo que
muestran las noticias es el colapso de las estructuras políticas, económicas y
sociales frente a un ciclo que se expande en nuevas condiciones históricas de
vida.
Lo que muestran los titulares es la expansión de la
vulnerabilidad. Los síntomas se profundizan por las decisiones compulsivas de
muchos líderes, hasta el momento, con gran efecto emocional y con enorme costo
estructural.
Los movimientos espasmódicos agravan la magnitud de
los problemas y sus consecuencias multiplican los síntomas. En este círculo
autodestructivo, las noticias son solo aspectos visibles de una vulnerabilidad
estructural profunda relacionada con la incapacidad de muchos sistemas sociales
para adaptarse frente a un nuevo ciclo de desarrollo.
“Y la miseria moral que nos atenaza es una terrible
realidad que comienza a dar rasgos inhumano, Vivimos deslumbrados por la
apoteosis de la mediocridad. Nunca ha sido tan brillante ni ha gozado de tanto
éxito”
(Alberto Corazón, pintor y diseñador gráfico
español)
Miseria moral hay en las brechas monstruosas entre
los poderosos y sus recursos económicos, con los débiles, los más pobres y
excluidos. Esta realidad exacerba la violencia que termina por volverse
estructural.
En las grandes brechas entre la riqueza estructural y la pobreza estructural, germinan ideologías que impulsan el origen de la violencia estructural como cuna del delito, ya sea en el mundo de la pobreza o en el de la misma riqueza. A mayor brecha, mayor violencia.
Hoy de forma similar a la prevención y gestión del riesgo en la seguridad laboral, debiera prevenirse y gestionarse el riesgo ético junto con el de la violencia debida al activismo ciudadano popular y/o étnico.
En las grandes brechas entre la riqueza estructural y la pobreza estructural, germinan ideologías que impulsan el origen de la violencia estructural como cuna del delito, ya sea en el mundo de la pobreza o en el de la misma riqueza. A mayor brecha, mayor violencia.
Hoy de forma similar a la prevención y gestión del riesgo en la seguridad laboral, debiera prevenirse y gestionarse el riesgo ético junto con el de la violencia debida al activismo ciudadano popular y/o étnico.
Es síntesis de todas las virtudes que acercan al
hombre y borran la sombra: donde ella falta no existe el sentimiento del honor
y así como los pueblos sin dignidad son rebaños, los individuos sin ella son
esclavos.
Todas sus formas implican dignidad y virtud. Los
caracteres dignos permanecen solitarios, sin lucir en el anca ninguna marca de
hierro. Prefieren estar solos mientras no puedan juntarse con sus iguales, cada
flor englobada en un ramillete pierde su perfume propio, obligado a vivir sin
sus iguales, el digno se mantiene ajeno a todo lo que estima inferior.
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