"No hay límites fijos, los
imponen también las circunstancias, lo que va sucediendo".
"Hoy los mensajes son tan
dispares, tan confusos, que es necesario invertir mucho tiempo en el análisis
de esos datos que uno recibe, del bombardeo constante, para discernir un átomo
de verdad ¿Cuál es para Ud. el modelo de intelectual? ¿Por dónde pasa el
compromiso?
El compromiso es con la
propia escritura. Si uno no está comprometido con lo que hace, en el sentido de
responder a la voz propia, a la voz interna que determina el camino de cada
uno, difícilmente pueda comprometerse con la autenticidad."
"Al mismo tiempo que de cierta manera no se tocan –la
literatura “profunda” no toca el mercado– hay una relación porque dependemos
del mercado para que nuestra obra se conozca.
La literatura tampoco debería rozar la política, en el
sentido literal: se la puede usar como material literario, pero no como una voz
interna para escribir: eso ha conducido, en general, a malas obras o al
fracaso. Porque en ese caso no se reconoce la necesidad del texto sino la de
adaptarse o la de manifestar determinado discurso."
"Cada uno tendrá sus razones:
yo escribo porque el mundo está para ser escrito."
"Después podemos agregar
matices. ¿Por qué escribimos ese mundo? Por un deseo de equilibrio, para negar
la muerte, para afirmarla.
Para dar lo mismo que me
dieron a mí, la posibilidad de vivir otras vidas, de adentrarme en otros
sentimientos.
Salir de uno mismo, de una
finitud inapelable, y arriesgarse a la selva, al río, a la naturaleza salvaje.
No sé si la vida valdría tanto la pena si uno no pudiera leer. Por eso digo que
el mundo está para ser escrito."
Nos sentimos profundamente
identificados con lo expuesto en este artículo, de la misma manera en que
expresamos nuestra admiración, por aquellos valiosos intelectuales que nos
transmiten con su impronta una muy lúcida visión de lo que siempre deberá
primar, como una necesidad básica e inexcluyente de nuestra esencialidad humana.
Hugo W Arostegui
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