martes, 18 de septiembre de 2018

Kant: El Conocimiento Se Expresa En Juicios

Filosofía
Kant: El Conocimiento Se Expresa En Juicios

El conocimiento se expresa en juicios, y toda ciencia es un conjunto de juicios o proposiciones. De modo que preguntar qué es el conocimiento equivale a preguntar qué es el juicio y en qué clase de juicio consiste el conocimiento científico.

Los caracteres o propiedades del conocimiento científico orientan a Kant en la búsqueda de la estructura y la posibilidad del juicio propio de la ciencia. Tales caracteres son la universalidad, la necesidad y el incremento en el saber.

Pues bien, la cuestión es: ¿qué clase de juicios son los propios del conocimiento científico y cómo son posibles? La respuesta de Kant es: los juicios sintéticos a priori. Examinemos este complejo tema.

En el juicio se piensa la relación de un sujeto y un predicado. Y según las modalidades fundamentales de esta relación, el juicio podrá ser juicio analítico o juicio sintético:

1) Un juicio es analítico, cuando el predicado está comprendido en el sujeto (al menos, implícitamente) y, por tanto, basta con analizar el sujeto para comprender que el predicado le conviene necesariamente.

«El todo es mayor que sus partes» es un juicio analítico, porque basta con analizar el concepto de «todo» para hallar la verdad del predicado.
Estos juicios no nos dan información alguna o, como dice Kant, no son extensivos, no amplían nuestro conocimiento: como es obvio, a quien sepa lo que es un todo, este juicio no le enseña nada que no supiera antes de formularlo.

El juicio analítico es, pues, un juicio a priori. Juicios a priori son aquellos cuya verdad puede ser conocida independientemente de la experiencia, ya que su fundamento no se halla en esta.

«Un todo es mayor que sus partes» es, de acuerdo con este criterio, un juicio a priori: conocemos su verdad sin necesidad de andar comprobando y midiendo «todos» y «partes».

2) Un juicio es sintético, por el contrario, cuando el predicado no está contenido en la noción del sujeto.

«Todos los nativos del pueblo X miden más de 1,90 m» es un juicio sintético, ya que en la idea del sujeto no está incluido el predicado: el concepto del sujeto incluye únicamente el dato de «haber nacido en el pueblo X», pero no comprende ningún dato acerca del tamaño o la estatura.

Estos juicios sí dan información o, como dice Kant, son extensivos, amplían nuestro conocimiento. A quien sabe o entiende lo que significa «nacer en el pueblo X» este juicio le enseña, además, que tales individuos son altos.

El juicio sintético, entendido en el modo como lo hemos hecho, es un juicio a posteriori. Juicios a posteriori son aquellos cuya verdad es conocida a partir de los datos de la experiencia.

De acuerdo con esta clasificación, «Todos los nativos del pueblo X miden más de 1,90 m» es a posteriori: no tenemos otro recurso que observar a tales individuos si queremos tener certeza de la verdad de este juicio.

Los juicios analíticos y a priori son universales y necesarios, pero no amplían nuestro conocimiento. Los juicios sintéticos y a posteriori no son universales ni necesarios, pero en cambio amplían nuestro conocimiento.

En este punto hay que preguntarse: ¿qué clase de juicio será aquel en que se dan los tres caracteres fundamentales del conocimiento en sentido estricto, es decir, el conocimiento científico? Tales caracteres o propiedades son, recordémoslo, la universalidad, la necesidad y el incremento o ampliación en el saber.

Solo una modalidad de juicio reúne tales propiedades: el juicio sintético a priori. En efecto, por ser a priori, tal juicio es universal y necesario; por ser sintético, es extensivo, aumenta nuestro conocimiento.


Pero ¿hay de verdad tales juicios? Kant piensa que estos juicios son los propios de las matemáticas y de la física, o ciencias de la naturaleza. ¿Cómo son posibles tales juicios? ¿Cuáles son sus condiciones de posibilidad, o condiciones trascendentales? ¿Hay tales juicios en el pretendido «conocimiento» metafísico? A todo ello responde Kant en las partes ya indicadas de la Crítica de la razón pura.

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