Kant: El Conocimiento Se Expresa En Juicios
El conocimiento se expresa en juicios, y toda
ciencia es un conjunto de juicios o proposiciones. De modo que preguntar qué es
el conocimiento equivale a preguntar qué es el juicio y en qué clase de juicio
consiste el conocimiento científico.
Los caracteres o propiedades del conocimiento científico
orientan a Kant en la búsqueda de la estructura y la posibilidad del juicio
propio de la ciencia. Tales caracteres son la universalidad, la necesidad y
el incremento en el saber.
Pues bien, la cuestión es: ¿qué clase de juicios son los
propios del conocimiento científico y cómo son posibles? La respuesta de Kant
es: los juicios sintéticos a priori. Examinemos este complejo tema.
En el juicio se piensa la relación de un sujeto y un
predicado. Y según las modalidades fundamentales de esta relación, el juicio
podrá ser juicio analítico o juicio sintético:
1) Un juicio es analítico, cuando el
predicado está comprendido en el sujeto (al menos, implícitamente) y, por
tanto, basta con analizar el sujeto para comprender que el predicado le
conviene necesariamente.
«El todo es mayor que sus partes» es un juicio analítico,
porque basta con analizar el concepto de «todo» para hallar la verdad del
predicado.
Estos juicios no nos dan información alguna o, como dice
Kant, no son extensivos, no amplían nuestro conocimiento: como es
obvio, a quien sepa lo que es un todo, este juicio no le enseña nada que no
supiera antes de formularlo.
El juicio analítico es, pues, un juicio a priori. Juicios
a priori son aquellos cuya verdad puede ser conocida independientemente de la
experiencia, ya que su fundamento no se halla en esta.
«Un todo es mayor que sus partes» es, de acuerdo con este
criterio, un juicio a priori: conocemos su verdad sin necesidad de andar
comprobando y midiendo «todos» y «partes».
2) Un juicio es sintético, por el contrario,
cuando el predicado no está contenido en la noción del sujeto.
«Todos los nativos del pueblo X miden más de 1,90 m» es un
juicio sintético, ya que en la idea del sujeto no está incluido el predicado:
el concepto del sujeto incluye únicamente el dato de «haber nacido en el pueblo
X», pero no comprende ningún dato acerca del tamaño o la estatura.
Estos juicios sí dan información o, como dice Kant, son
extensivos, amplían nuestro conocimiento. A quien sabe o entiende lo
que significa «nacer en el pueblo X» este juicio le enseña, además, que tales
individuos son altos.
El juicio sintético, entendido en el modo como lo hemos
hecho, es un juicio a posteriori. Juicios a posteriori son aquellos
cuya verdad es conocida a partir de los datos de la experiencia.
De acuerdo con esta clasificación, «Todos los nativos del
pueblo X miden más de 1,90 m» es a posteriori: no tenemos otro recurso que
observar a tales individuos si queremos tener certeza de la verdad de este
juicio.
Los juicios analíticos y a priori son universales
y necesarios, pero no amplían nuestro conocimiento. Los juicios sintéticos
y a posteriori no son universales ni necesarios, pero en cambio amplían nuestro
conocimiento.
En este punto hay que preguntarse: ¿qué clase de juicio será
aquel en que se dan los tres caracteres fundamentales del conocimiento en
sentido estricto, es decir, el conocimiento científico? Tales caracteres o
propiedades son, recordémoslo, la universalidad, la necesidad y el incremento o
ampliación en el saber.
Solo una modalidad de juicio reúne tales propiedades: el juicio
sintético a priori. En efecto, por ser a priori, tal juicio es universal y
necesario; por ser sintético, es extensivo, aumenta nuestro conocimiento.
Pero ¿hay de verdad tales juicios? Kant piensa que estos
juicios son los propios de las matemáticas y de la física, o ciencias de la
naturaleza. ¿Cómo son posibles tales juicios? ¿Cuáles son sus condiciones de
posibilidad, o condiciones trascendentales? ¿Hay tales juicios en el pretendido
«conocimiento» metafísico? A todo ello responde Kant en las partes ya indicadas
de la Crítica de la razón pura.
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