No es casualidad, es sincronicidad
“Mil veces hemos escuchado que las casualidades no
existen, que todo pasa por algo. Esto es compartido por algunos psicólogos y
psiquiatras de renombre”
Claudina Navarro
Ibas a llamar a alguien por teléfono y cuando vas a marcar
el número, te está llamando esa misma persona. Piensas en lo mucho que hace que
no ves a tu amiga Clara y te la cruzas por la calle. Estás pensando en aprender
francés y te llega un email ofreciéndote un curso que encaja perfectamente con
tus horarios. Puede parecer casualidad, pero se trata de una sincronicidad.
La sincronicidad, mucho más que una coincidencia
El psicólogo C. G. Jung definió las sincronicidades como
“coincidencias temporales de dos o más sucesos relacionados entre sí de una
manera no causal y que presentan alguna relación con los pensamientos y
emociones de la persona que la experimenta”. Estas coincidencias suceden
con más frecuencia cuando la persona está viviendo con especial intensidad,
debido a procesos de crecimiento o de gran creatividad.
"Las sincronicidades son coincidencias temporales de
dos o más sucesos relacionados entre sí de una manera no causal y que presentan
alguna relación con los pensamientos y emociones de la persona que la
experimenta"
Según Jung, los períodos de transición o transformación
de los seres humanos –como muertes, cambios de trabajo, divorcios– son más
propensos a la ocurrencia de sincronicidades, posiblemente porque nuestra
reestructuración interna causada por los cambios o crisis genera una energía de
búsqueda de sentido que nos obliga a encontrar patrones en las circunstancias
externas.
Mensajes orientativos de la realidad espiritual
Algunos autores sugieren que cuando ocurren estas
coincidencias estamos en un camino vital correcto. Serían una especie
de mensajes procedentes de la realidad espiritual. Existe una
estrecha relación entre los acontecimientos interiores y exteriores que
vivimos.
Algunos autores sugieren que cuando ocurren estas
coincidencias estamos en un camino vital correcto
El psiquiatra Stanislav Grof recomienda interpretarlas como
si se tratara de sueños y no caer en la tentación de tomar decisiones
irracionales inmediatas. El ya totalmente aceptado concepto de la sincronicidad
tiene también una vertiente lírica.
El azar objetivo
El poeta francés y teórico del surrealismo André Bretón
hablaba también del "azar objetivo", que designa la confluencia
inesperada o azarosa "entre lo que una persona desea y lo que el mundo le
ofrece". El azar objetivo es uno de los conceptos fundamentales del
surrealismo: coincidencias o casualidades cuya carga emocional las dota de
significado.
Los fenómenos de coincidencia significativas ocurren
generalmente en personas con elevado grado de espiritualidad, las que pueden
percibir su oculto interior o aflorar su inconsciente más profundo
conocimientos o sentimientos muy reservados.
Ocurren generalmente en personas con elevado grado de
espiritualidad o que perciben su oculto interior.
La universalidad está coordinada en el ámbito psicológico
interno con el externo mundo de los fenómenos tangibles, es decir: existe una estrecha
relación entre acontecimientos interiores del espíritu con fenómenos de la
vida exterior que se expresa en los fenómenos de sincronicidad no buscados por
voluntad deliberada.
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