Nuestra sociedad tiene
un conjunto de ideas sobre cómo se espera que los hombres y las mujeres se
vistan, se comporten y se presenten.
Los roles de género en la sociedad definen cómo se espera
que actuemos, hablemos, nos vistamos, nos arreglemos y nos comportemos según
nuestro sexo asignado. Por ejemplo, se espera que las mujeres y las niñas
se vistan de forma femenina y que sean educadas, complacientes y
maternales. A su vez, se espera que los hombres sean fuertes, agresivos e
intrépidos.
Cada sociedad, grupo étnico y cultura tiene expectativas en
relación con los roles de género, pero estos pueden variar mucho entre un grupo
y otro, y también pueden cambiar con el tiempo dentro de la misma sociedad. Por
ejemplo, en los Estados Unidos, el rosa era considerado un color masculino, y
el celeste, un color femenino.
Un estereotipo es
un prejuicio o criterio ampliamente aceptado sobre una persona o sobre un
grupo, si bien es una simplificación excesiva y no siempre es preciso. Los
estereotipos de género pueden ocasionar un trato desigual e injusto por el género de
una persona. Esto se denomina “sexismo”.
Existen cuatro
tipos básicos de estereotipo de género:
Rasgos de
personalidad: por ejemplo, se espera que las mujeres sean complacientes y
emocionales, y que los hombres sean seguros y agresivos.
Comportamiento
doméstico: por ejemplo, algunas personas esperan que las mujeres se encarguen
de los niños, cocinen y limpien la casa, mientras que los hombres se encargan
de las finanzas, del automóvil y de las reparaciones.
Ocupaciones:
algunas personas asumen rápidamente que quienes se ocupan de la docencia y la
enfermería son mujeres, mientras que quienes se dedican a la medicina, a la
ingeniería o a pilotar aeronaves son hombres.
Aspecto físico: por
ejemplo, se espera que las mujeres sean delgadas y elegantes, mientras que se
espera que los hombres sean altos y musculosos. También se espera que los
hombres y las mujeres se vistan y se arreglen de forma estereotipada según su
género (los hombres con pantalones y pelo corto; las mujeres con vestidos y
maquillaje).
La hiperfeminidad
es la exageración de los estereotipos de conducta que se consideran
femeninos. Las personas hiperfemeninas exageran las cualidades que juzgan
femeninas. Esto puede incluir comportamientos pasivos, ingenuos, de
inocencia sexual, suaves, coquetos, delicados, maternales y complacientes.
La
hipermasculinidad es la exageración de los estereotipos de conducta que se
consideran masculinos. Las personas hipermasculinas exageran las
cualidades que juzgan masculinas.
Creen que deben competir con otros
hombres y dominar a las personas femeninas con comportamientos agresivos y
mundanos, tener mucha experiencia sexual, ser físicamente imponentes,
ambiciosos y exigentes.
Estos estereotipos
de género exagerados pueden dificultar las relaciones con otras
personas. Las personas hiperfemeninas tienen más probabilidades de
soportar el abuso físico y emocional por parte de sus parejas. Las
personas hipermasculinas tienen más probabilidades de ser física y
emocionalmente violentos con sus parejas.
Los estereotipos
extremos de género son dañinos porque no permiten que las personas expresen
completamente lo que piensan ni sus emociones. Por ejemplo, es dañino para
las personas masculinas considerar que no deberían llorar o expresar emociones
sensibles. A su vez, es dañino para las personas femeninas sentir que no
deberían ser independientes, inteligentes o firmes. Romper con los
estereotipos de género les permite a las personas mostrar su mejor faceta.
Es muy probable que te veas rodeado por
estereotipos de género. También es posible que hayas visto o experimentado
sexismo o discriminación basada en el género. Hay formas de desafiar estos
estereotipos para ayudar a que todos, sin importar el género o la identidad de
género, se sientan iguales y valorados.
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