Por mucho que nos gustaría asegurar que nuestra vida esté
llena de buenos momentos y de la paz y armonía necesarias, todos sabemos que es
una utopía, y que las cosas se suelen poner feas muy de vez en cuando.
Idealmente a todos nos gusta imaginarnos mejor de lo que
estamos, soñamos con vivir días plenos de felicidad o con llegar al final de
nuestra vida con una sonrisa amplia, fruto de muchos años de buenos momentos.
Sin embargo, la vida muchas veces nos muestra otras realidades.
La realidad es que todo es cíclico, y que por la misma razón
que vives momentos de intensa felicidad, también vivirás los contrarios.
En esos ciclos que vivimos, hay muchas personas que cuando
las cosas se ponen mal, suelen tirar la toalla, desesperarse y provocar más
daño todavía a su alrededor y a sí mismos.
“No es la carga lo
que te hunde, sino cómo la transportas”
En la vida viviré
muchas dificultades. De hecho, cada día vivo algunas, muchas de ellas son
inevitables. Pero lo que sí puedo cambiar es la actitud que quiero tener ante
las dificultades que esa vida me ponga delante. Tú también vas a vivir algunas,
es muy difícil vivir una vida llena exclusivamente de placeres y momentos
felices.
Si uno quiere
conocer la felicidad también debe conocer la tristeza.
Si quiere conocer
el amor, también necesita conocer el desamor.
Si quiere conocer
la salud, también tendrá que haber vivido algo de enfermedad.
Si quiere conocer
el encuentro, también debe conocer la pérdida.
¿Qué momentos
difíciles estás viviendo ahora mismo en tu vida?, ¿Qué situaciones vives con
dolor?
Aunque vivas momentos de alegría, nunca pierdas de vista que
“esto también pasará”, y que aferrarse a un momento y no querer soltarlo no es
más que una forma de confluencia, de quedarnos fundidos a una felicidad que es
efímera, fruto de un instante de nuestras vidas. Tenemos que aprender a
“soltar”, a “desprendernos” de los momentos felices, porque también otros
momentos llegarán a nuestras vidas.
No tires la toalla, ni
siquiera lo pienses
El pensamiento nos induce sentimientos, y estos se
transforman en formas de estar y de actuar. Si piensas en tirar la toalla o en
abandonar es muy fácil que la moneda empiece a caer hacia ese lado.
“La actitud resiliente es una actitud que no
contempla la derrota, que siempre cree
que puede conseguirlo”
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