El Laicismo, o pensamiento laico, es un sistema de
ideas que comenzaron a aparecer al mismo tiempo que las ideas del estado
democrático. Para la construcción de la democracia era necesaria la laicidad,
es decir separar las creencias y lo divino de lo que es lo laico y lo humano.
Como la democracia se crea sobre la base de la igualdad de todos los ciudadanos
y de sus libertades, es lo mismo que defiende el laicismo.
El laicismo es una ideología que no está en contra de las
religiones siempre y cuando que no quieran imponerse a los Estados. La realidad
es que la historia de la Iglesia y la de los Papas es una historia de poder
terrenal y de influencia en los Estados europeos, y que el laicismo ha tenido
que seguir y desarrollarse para la libertad de conciencia y la igualdad de
todos los ciudadanos quedase a la voluntad de los altos eclesiásticos. Pero los
enfrentamientos no han sido tanto por la doctrina cristiana que por las
ambiciones terrenales de la Iglesia lo que ha producido los grandes problemas
en las naciones y en las sociedades. Las derivas de la Iglesia católica han
sido tan enormes, tan graves y perjudiciales a tantas personas que se puede
decir que es la misma Iglesia la que abandonó el camino del cristianismo
primitivo para convertirse en una potencia más terrenal entre las potencias
terrenales de Europa. Esto tampoco significa que el laicismo no reconozca
a personajes de estos periodos con conductas de humildad y de caridad hacia el
prójimo, pero estas personas hacia cada vez la diferencia del lujo, las
riquezas, los metales preciosos y el fausto de la corte vaticana y de tantos
otros palacios episcopales que llegaban a deslumbrar a los de los reyes y
príncipes por su extraordinario fausto.
Para comprender la evolución de la humanidad y del
pensamiento humano, es necesario presentar algunas etapas esenciales del
desarrollo del hombre y de las sociedades, hasta el momento en el que el humano
comienza a separar dos identidades distintas, la de las creencias y religiones
y las propias a las posibilidades del hombre, que era de poder crear con toda
independencia, sin la asistencia de Dios ni de sus representantes, sus propias
normas humanas, políticas y morales.
Los primeros hombres, después de siglos de evolución de las
especies simias, nace la especie humana. El hombre nace libre de su conciencia,
sin ninguna influencia ni presiones otras que las de la naturaleza.
El pensamiento humano, desde los comienzos evoluciona, se
adapta o se transforma según las exigencias de la naturaleza y las necesidades
materiales y sus preocupaciones existenciales. El testimonio de
esta primera evolución son los objetos encontrados encontramos en las
búsquedas arqueológicas, armas y utensilios utilizados por estos primeros
hombres, que si no hubiesen tenido la capacidad de pensamiento y de imaginación
no hubiesen podido fabricarlos.
Henri Laborit, describe a los primeros hombres iguales a las
otras especies animales, absorbidos enteramente por la inmediata
supervivencia y el aprovisionamiento de alimentos. Los primeros hombres vivían
en “hordas”, pequeños grupos de humanos, sin otras leyes que las de
la naturaleza, y las normas de convivencia que ellos mismos decidieron.
El pensamiento religioso aparece en la historia de la
humanidad en todos los continentes entre los años 800 y 1200 antes de nuestra
era según los cálculos de Karl Jaspers, al que denomina periodo axial
de la humanidad, tiempo en el que según él aparecen todas las ideas
fundamentales de las religiones. No hay que considerar que el fenómeno
religioso tiene las mismas significaciones en los diversos puntos del mundo.
Las religiones son diferentes y adaptadas a las culturas ya existentes en la
diversidad de los pueblos.
Las construcciones de las creencias y las religiones parecen
ser una etapa necesaria a la evolución de la humanidad. La necesidad de conocer
el comienzo del Cosmos y el comienzo del hombre y el significado de su
existencia. Como los misterios que encierra el cosmos es imposible de descubrir
por falta de conocimientos y medios, no le queda otro remedio que de
construirlo con la imaginación.
Si los humanos tenían ya antes sus creencias, lo ignoramos.
Algunos científicos creyentes avanzaron la hipótesis que el hombre nació
religioso, es decir, que desde el principio tenían la idea de la existencia de
Dios en sus conciencias. No existe ninguna prueba científica para afirmarlo, es
más la expresión de un deseo que de una realidad. Lo más probable es, que
durante siglos el hombre ha vivido sin dioses, y que cuando llegaron vendrían
de la imaginación humana sirviendo de respuesta a las interrogaciones sobre
misterios imposibles de comprender.
Las religiones, cada una a su manera dará una explicación a
los comienzos del cosmos. La gran diferencia entre estas formas de explicación
es manifiesta entre el mundo occidental y el Oriente.
Los dioses son el principio del cosmos, antes de ser dioses
eran considerados como fuerzas misteriosas sobrenaturales incomprensibles al
espíritu humano. Una vez transformadas en dioses y divinidades hacen de estas
fuerzas identidades existentes en el mundo de los hombres. Ahora, ya conocidas
e identificadas en sus individualidades se les puede respetar y venerarles con
ritos y ofrendas para obtener su protección. Su historia quedará presente en el
imaginario de cada pueblo y transmitida de una generación a otra oralmente,
siglos antes de ser consignadas par escrito que son las que hoy conocemos. Las
historias de los dioses, con sus hazañas y aventuras serán relatadas serán
relatadas en leyendas y en los mitos. Las mitologías son diversas y las
encontramos en muchos de los pueblos prehistóricos. Aunque los contenidos
pueden ser diferentes, las estructuras son semejantes como lo atestan los
estudios y análisis de una gran cantidad de mitos comparados.