domingo, 10 de septiembre de 2017

El Ser Y El Parecer


Esta frase es muy cierta.  Si quieres ser un profesional, tienes que parecerlo. Si vas al nutriólogo esperas que esté delgado, si te entrenan en algún deporte, esperas que esté  saludable y en forma. Si te detiene un policía de tránsito esperas que traiga un uniforme cuando te detiene.

De otra forma, si no eres congruente entre lo que proyectas y lo que haces, puede hacer que disminuya tu credibilidad.  Las personas hacemos juicios en base a poca información y aun cuando no sabemos la historia completa, asumimos que sí.

Pararte frente a un escenario no es fácil, y tratar de transmitir un mensaje y persuadir a otras personas a que ejecuten una acción después de escuchar tu presentación, tampoco es sencillo.  Me pareció un buen ejemplo de alguien que explicó con detalle, por qué es importante y cómo hacer una presentación, y lo pregonó con el ejemplo
.
Hay  personas que crecen hasta llegar a puestos claves en las organizaciones, y que tienen que mantenerse ahí proyectando un liderazgo fortalecido.  Deben tener las cualidades que hagan que un grupo de personas lo sigan y le sean leales.  No todos cumplen al 100% con la mayoría de los requisitos que se esperan de un líder. Sin embargo, es fácil trabajar en mejorar ciertos comportamientos y tu forma de comunicarte para poder lograrlo. 

Con esto me refiero simplemente, a que puedes llegar a la cima en base a tus aptitudes, tus conocimientos y experiencia pero también debes tener una capacidad para relacionarte con otros.  Las personas cerca de ti, esperan y exigen mucho más cuando llegas a tener niveles altos en la organización.

Estás en la mira de una lupa altamente magnificada y estarán constantemente observando y haciendo juicios de lo que haces. Si no cuidas cumplir con exigencia todo esto, puede ir mermando la credibilidad de tu liderazgo.  Es importante no sólo ser un líder, también debes parecerlo. Trabajar constantemente en mejorar tus habilidades para relacionarte, tu forma de comunicarte con otros, ser  accesible y considerado, permitirá que no sólo lo seas, sino que también lo parezcas.

Si llegas a este nivel y no cuidas tus formas al comunicarte, si eres desordenado, tu arreglo personal no es adecuado, impuntual y desconsiderado hacia otros, puede afectar el cómo otros te ven y es importante cuidar estos detalles para seguir siendo un buen líder.  Recuerda de rodearte siempre de personas más listas que tú.  Podrán realizar actividades para las que tienen mejores aptitudes que tú, fortaleciendo así  el trabajo en equipo que se verá reflejado en el resultado de tus metas. 

Tener duda de darle crédito a otros por que parezca que no eres tan buen jefe, solo es señal de inseguridad y disminuye tu mensaje profesional.

SI tienes que hacer presentaciones en público dada la naturaleza de tu puesto, puedes trabajar en perfeccionar estas habilidades de comunicación.  Si después de varios intentos, descubres que no es lo que mejor puedes hacer, no eches a perder tu liderazgo forzando la situación. Es mejor que reflejes que eres un profesional y escoger a alguien en tu lugar que lo haga mejor.  

Eso también transmite la inteligencia y sabiduría de un buen líder.  Reconocer que no puedes hacer todo el trabajo y que no tienes miedo a que esto parezca que  eres débil, hace más efectivo tu habilidad para tomar decisiones.


Si para ser hay que parecer, cuida entonces tu apariencia, tu forma de comunicarte, tu comportamiento y si esto significa rodearte de un grupo de personas con habilidades que te hagan brillar como líder, entonces hazlo y demuestra que eres congruente con lo la imagen que proyectas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario