La necesidad de agradar y no generar malestar en el ámbito
laboral lleva a que muchos trabajadores opten por no compartir sus ideas y
pensamientos cuando éstos no están en consonancia con los del resto y a no
disentir respecto a los demás. Pero esta actitud no sólo impide poder
aprovechar muy buenos aportes, sino que tampoco ayuda a quien decide callar a
avanzar en su carrera laboral.
Disentir y mostrar una opinión diferente basada en
observaciones o argumentos sólidos es una forma de demostrar capacidad y
seguridad en uno mismo. Tener un criterio propio y no seguir siempre a la
mayoría es un requisito fundamental para crecer y avanzar profesionalmente.
Pero para hacerlo correctamente es necesario también saber
expresar estas opiniones divergentes con respeto, argumento y valorando la
opinión de los demás. Es tan importante lo qué se dice como el modo cómo se
dice. En este sentido, siempre que quieras dar tu aporte, procura primero
evaluar e indicar las virtudes de las otras ideas, enseñar cuáles son los
problemas o puntos débiles que observas en ellas y defender luego tu propia
solución.
Considera también que, así como es muy útil cuando tú puedes
brindar una opinión diferente que ayude a mejorar el trabajo o las condiciones
del mismo, no
es bueno disentir en todas las circunstancias y sin verdaderos motivos. No se
trata de contradecir a los demás, sino de encontrar mejores alternativas o
soluciones. Si no sirve para brindar algo mejor, probablemente no sirva de
mucho disentir.
Tener una opinión y un criterio propios es muy importante. Y
saber expresarlos cuando realmente es necesario puede ayudarnos a mejorar
nuestro lugar de trabajo, ser valorados por nuestro propio modo de ver las
cosas y desarrollarnos profesionalmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario