La condescendencia, por lo tanto, no debe avalar la ineficiencia o
la incapacidad. Es importante que cada individuo exija aquello que le
corresponde y que reclame o se manifieste cuando no se cumpla con eso.
Es posible entender la condescendencia como el acto de descender a
un estado menor,
renunciando a privilegios de rango o jerarquía. En este caso, la
condescendencia implica otorgar honores a alguien de una posición o categoría
inferior.
A pesar de que el diccionario de la RAE no incluya una acepción negativa
de la palabra condescendencia, en el habla cotidiana suele utilizarse para
describir una situación en la cual una persona desprecia a otra a nivel
intelectual.
Uno de los ejemplos más comunes se puede advertir durante la explicación de
un concepto haciendo uso de términos excesivamente simples de entender, o bien
resaltando cuestiones básicas que sin lugar a dudas el interlocutor conoce de
antemano.
La condescendencia, por lo tanto, no debe avalar la ineficiencia o
la incapacidad. Es importante que cada individuo exija aquello que le
corresponde y que reclame o se manifieste cuando no se cumpla con eso.
Es posible entender la condescendencia como el acto de descender a
un estado menor, renunciando a privilegios de rango o jerarquía. En
este caso, la condescendencia implica otorgar honores a alguien de una posición
o categoría inferior.
A pesar de que el diccionario de la RAE no incluya una acepción negativa
de la palabra
condescendencia, en el habla cotidiana suele utilizarse para describir
una situación en la cual una persona desprecia a otra a nivel intelectual. Uno
de los ejemplos más comunes se puede advertir durante la explicación de
un concepto haciendo uso de términos excesivamente simples de entender, o bien
resaltando cuestiones básicas que sin lugar a dudas el interlocutor conoce de
antemano.
Del mismo modo, es muy común que se trate a los niños y a los animales
con condescendencia, dado que son dos objetivos comunes de la subestimación por
diversas razones relacionadas con la cultura. Frases como “cuando seas grande
lo entenderás” o ciertas entonaciones utilizadas al hablar, que tienden a
exagerar cada sílaba y a expresarse en forma lenta y con multitud de
interjecciones y onomatopeyas, son claros ejemplos de un modo condescendiente
de tratar a otro ser vivo.
En este sentido, no cabe duda de la relación entre este concepto y la
soberbia, el hecho de creerse más inteligente e importante que los demás. Como
es de imaginarse, este trato no resulta agradable para nadie que sea consciente
de estar recibiéndolo, ya que denota un desprecio, una falta de confianza en
las capacidades ajenas. Sin embargo, este fenómeno tiene lugar en
muchos ámbitos de la vida en sociedad, y no siempre es tan evidente.
El carácter es algo que vas desarrollando con el tiempo y a medida que
tienes más experiencias con la gente, es cuando desarrollas mayormente tu forma
de pensar, discriminando lo que te atrae de lo que no. Gracias a lo anterior te
conviertes en una persona capaz de entablar una conversación y de exponer tus
puntos de vista sin miedo a las respuestas que puedas recibir.
Una persona sin opinión es como si no estuviera allí. No importa
que tus pensamientos no concuerden con los del resto; vas a conocer mucha gente
con la que probablemente no vas a congeniar en varios temas, pero eso no
significa que esas personas no puedan ser un aporte a tu vida. Si miran desde
ese punto a las relaciones, podrán darse cuenta de que el aprendizaje
nunca termina y que, a pesar de lo que muchos crean, lo importante es formar
carácter e introducirse en nuevas situaciones, sólo cuidadando de cómo dices las
cosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario