¿Qué es la cultura?
En el sentido lato del término cultura significa: “cultivo”, en
la cuarta acepción implica “el resultado o efecto de cultivar los conocimientos
humanos y de afinarse por medio del ejercicio de las facultades intelectuales
del hombre” (Diccionario de la Real Academia de la Lengua); en este
sentido, cultura coincide con la educación intelectual y moral; es decir el
hombre culto es el que participa de los más altos valores conservados por esta
tradición de la sociedad; en este sentido, la cultura se asocia a la educación
intelectual y moral, el concepto de cultura ha oscilado como en un péndulo,
entre dos concepciones diametralmente opuestas. Por un lado, la formación de la
personalidad, lo que los griegos llamaron Paideia y los
latinos Cultus Anima (cultivar el alma); y por otro, lo que el
hombre realiza para dominar la naturaleza, modificar el ambiente natural y
adaptarlo a sus necesidades, fines, intereses y valores.
La cultura en la antigüedad y su relación con la naturaleza
Como mencionábamos anteriormente para los griegos y latinos “ el sentido
de la cultura es armonizarse o cultivar una naturaleza dada de antemano”
Martinell, Alfons; Roselló, David: "Diseño y elaboración de
proyectos culturales"
La cultura en la modernidad
Para la modernidad el concepto predominante fue independizarnos de “la
naturaleza animal para configurar lo verdaderamente humano.
Para estos autores, en el siglo el siglo XI dos
corrientes circularon en el mundo, La tradición ilustrada y la tradición
romántica, la primera “insiste en la noción de universalidad y con ella la
de razón y naturaleza iguales para todos los hombres”; la segunda discute el
universalismo y valora la diversidad de culturas”. La primera concepción nos
independiza y separa de la naturaleza, la segunda intenta incluirnos, a pesar
de nuestros instintos, formas de vida, valores y costumbres.
En síntesis, en la concepción ilustrada la civilización europea propicia
la oposición entre naturaleza y cultura, pueblos cultos e "incultos",
por lo tanto el viejo continente era la cuna de la cultura y de la
civilización, considerando algunos pueblos más desarrollados que otros, en
tanto que los otros pueblos con catalogados y etiquetas como atrasados e
inclusive como bárbaros o salvajes. La tradición romántica, inspirada en
Rousseau supone por el contrario una comprensión exhaustiva de los procesos
históricos de cada cultura y civilización y cuestionando la idea de progreso
como máxima bandera para el desarrollo de los pueblos, “mostrando cómo cada
cultura es autónoma y no puede ser juzgada con los parámetros con los cuales se
juzgan otras culturas.
En América Latina es la lucha de la civilización contra la barbarie
tantas veces difundida en toda la literatura del siglo XIX y mitad del siglo XX
. Dicho con otras palabras, “Se trata de ver que, gracias a la cultura, se
supere el "animalitas" para llegar al "humanitas";
es decir; “la cultura en la modernidad es el camino hacia la humanización”.
Martinell, Alfons; Roselló, David (cit. ant.)., donde el hombre apeló por la
azada para dominar la naturaleza; sin embargo en el contexto contemporáneo,
para la primera mitad del siglo XX la noción cambió.
Contexto contemporáneo
En la primera mitad del siglo XX esta concepción fue cambiando
paulatinamente, caracterizándose por “ el debate filosófico y antropológico
occidental por el sinnúmero de esfuerzos para consolidar un concepto extenso y
amplio de cultura que, incluyendo las artes y las ciencias, no se limite a
ellas” en Diseño y Elaboración de Proyectos culturales (cit. ant.)
Hacia el tránsito de una sociedad moderna a una sociedad postmoderna
Al analizar los fenómenos que impactan a los seres humanos, se pueden
establecer distintas clases de relaciones. Estas relaciones se pueden dividir
en cinco: relaciones con las cosas, los lugares, la gente, las organizaciones y
las ideas, los cuales constituyen los componentes básicos de las situaciones.
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