Es lo que a veces se llama “cultura de la evasión”. Escapar
momentáneamente de lo que somos y de nuestros problemas sociales. Y en
ocasiones ni tan solo nos hace falta sacar un billete a otro escenario para
evadirnos, lo hacemos a menudo a través de la televisión, de las redes
sociales… desconectar para descansar.
No es algo malo, en absoluto. Pero de vez en cuando, estaría bien
practicar también otro tipo de viajes. Como un viaje interior. Te invitamos a
ello…
El viaje interior o introvertido
¿Qué es un viaje introvertido? Extraño nombre para una aventura
interesante. No hace falta desplazarse a un lugar físico. No necesitas maletas
ni ningún vendedor de humo prometiéndote escenarios de ensueño a precios
increíbles. Ese viaje a otro lugar, es un trayecto hacia lo interno, hacia
la intro-versión.
Te advertimos que es un viaje arriesgado e integrador, donde
pueden existir los miedos, donde ahondarás en tus propios mapas. Un
terreno psicológico a la vez que espiritual donde adquirir conocimiento de ti
mismo. ¿Cuánto tiempo hace que no piensas en ti mismo? Las obligaciones
diarias, el trabajo, las personas de nuestro alrededor, esas por quien vivimos,
por quien sufrimos y a quien amamos.
Nuestro escenario social y personal es importante, imprescindible. Pero
también lo es nuestro microuniverso emocional.
¿Cómo te sientes actualmente? ¿En qué etapa de tu vida te encuentras?
¿Has alcanzado tus aspiraciones, has tocado con tus dedos la forma de tus
sueños? ¿Qué necesitas para ser feliz? El viaje interior es un trayecto
habitado por preguntas a las que encontrar respuesta.
Alcanzar el autoconocimiento no siempre es fácil, requiere tranquilidad
y la voluntad por girar la mirada hacia uno mismo.
Si tu realidad no se ajusta a lo que sueña tu mente, tal vez debas
replantarte algunas cosas en tu vida.
Y es que, ahí está el riesgo del viaje interior. Nos hace abrir
puertas que en ocasiones duelen, nos obliga a recorrer un mapa que no siempre
es lineal, sino que está trazado a base de retrocesos y extraños recovecos por
descubrir de nosotros mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario