Aunque durante muchos años había relegado los principios
bíblicos a un segundo plano, parece que William Wilberforce, el
genial político y filántropo inglés, nunca llegó al punto de ser un
“insolente”. ¿Por qué digo esto? Porque en 1784 William decidió ir a vacacionar
a Francia e Italia.
Tal desplazamiento implicaba un recorrido de mil novecientos kilómetros
por las serpentinas sendas de los Alpes, en un carruaje tirado
por caballos. Cuando ya tenía todo arreglado le sobrecogió una gran
preocupación: ¿Quién lo acompañaría durante ese trayecto? Equivocarse en ese
punto podría dar al traste con el descanso que tanto anhelaba.
Un día Wilberforce se encontró con un antiguo amigo: Isaac
Milner. Aunque hacía mucho que no se veían, Milner estaba al tanto de los
éxitos políticos de Wilberforce; y Wilberforce conocía muy bien el prestigio
académico de Milner. Así que, contrario a lo que hace el “insolente”,
Wilberforce creyó que el “sabio” Milner habría de ser un excelente compañero
para su viaje, y lo invitó. ¿Quién era Isaac Milner? Era el inventor y
matemático inglés que servía como profesor lucasiano en la Universidad de
Cambrigde.
Quizá te preguntes: ¿Y qué es eso de “profesor lucasiano”? Es uno de los
títulos académicos más prestigiosos del mundo. La Cátedra Lucasiana fue
fundada en 1663 por el reverendo Henry Lucas, del cual deriva el término
“lucasiano”. Los que han ocupado esa posición se cuentan entre las personas más
destacadas de la historia. Para que tengas una idea: Isaac Barrow, Isaac
Newton, Paul Dirac y Stephen Hawkins han
sido profesores lucasianos.
Actualmente, el profesor Lucasiano de Cambrigde es el físico británico
Michael Boris Green.
Lo que quiero que fijes en tu mente es que William Wilberforce supo
elegir a su compañero de viaje. Tan acertada fue su decisión, que las
conversaciones sostenidas durante aquellas vacaciones produjeron un
cambio perdurable en su vida.
¿Quiénes son tus compañeros en este viaje que se llama “vida”? ¿Cuáles
son las personas con las que pasas tu día a día? ¿Te rodeas de gente prudente,
que hace grandes aportes a tu crecimiento personal? ¿O eres un “insolente” que
prefiere huir de las buenas compañías?
No hay comentarios:
Publicar un comentario