sábado, 7 de diciembre de 2019

Escenarios

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Nos hemos preguntado alguna vez, ¿Cuántos escenarios recorremos en un día? ¿Qué personas nos acompañan? A diario interactuamos con nuestros seres queridos, algunas personas que conocemos de toda una vida, amigos, compañeros de trabajo, personas que no hemos visto nunca y que no volveremos a ver más.

Compartimos en casa, salimos a tomar el bus o conducir, transportándonos para realizar nuestras actividades diarias.  Interactuamos en el trabajo, jefe, compañeros de trabajo, salimos, compramos productos, servicios, caminamos por la calle, compartimos diferentes necesidades y momentos de recreación con otros.

¿Podrías ser un testigo por un instante de ti mismo? Y ubicarte como tu propio observador un día de tu vida. ¿Qué es lo que ves? ¿En qué escenario te sientes más cómodo? ¿Cuándo fluyes más, y en que otros pierdes el control? ¿Qué es importante para ti, y qué es irrelevante?
¿Cuándo se bloquea tu energía positiva? ¿Dónde? ¿Con quiénes? ¿Cómo? ¿Cuál es tu papel en ese escenario? ¿Te puedes dar cuenta de algo ahora?

¿Qué podríamos hacer para tener mayores estados de “fluidez”(equilibrio y sintonía con nosotros mismos y con el entorno).  Suelo escuchar frases como, ¡Todo estaba bien, hasta que llegó tal persona y me malogró el día!, ¡No puedo tolerar este tipo de cosas, me alteran mucho!.  

¿Podemos ser felices en un escenario y en otro ponernos muy irritables?.. Esta pregunta encierra el principio de la felicidad constante, un tipo de felicidad que nos acompaña a donde vamos, una totalidad, donde cada encuentro y lugar es importante y tiene que ver con el nivel de felicidad que experimentamos.   Para sentirnos protagonistas en todos los escenarios donde nos toca vivir cada día es preciso aceptar diferencias, contagiarte con la alegría de otros, tener empatía y dar un poco de ti que pueda “servir.  Por ejemplo,  podemos ser protagonistas estando en una butaca escuchando una conferencia, interiorizando al máximo todo lo que podamos aprender, podemos ser protagonistas respondiendo de manera inteligente a una provocación gestionando adecuadamente nuestras emociones, no necesitamos tener el primer papel para ser protagonistas del aprendizaje de nuestra vida.

Seamos observadores del mundo (yo interno y entorno), cada instante de nuestra vida, en cada escenario, aprendamos a entender a los seres humanos que les toca cruzar experiencias con las nuestras, que hacen historia con nosotros.  Seamos protagonistas activos, emprendiendo algo nuevo cada día, compartiendo, tal vez no veamos nunca más a la persona que le cediste el paso en la calle, pero su mirada quedará en ti y te llenará el alma. 

Mira a tu alrededor como una campo de aprendizaje continuo,

“Alegría-tristeza”, opuestos complementarios indisolubles y eternos, uno sin el otro sería imposible la evolución y la felicidad. 
(Opuestos Complementarios)
-Osho.


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