Expresa en forma general, la filosofía existencial del autor, es
un voluminoso ensayo publicado en 1943.
El tema central de la teoría es una exploración de la realidad humana,
como conciencia “ser por si” entendida como huida, negación, falta de ser y libertad.
El hombre es un proyecto y solo esta metamorfosis le confiere una
esencia. Sartre recorre el camino que va de la ontología de la ética, del
análisis del “ser del parecer” o el existir, hacia un reconocimiento positiva
de la tarea humana como forma de libertad.
Sartre se centra en el hombre exclusivamente y lio concibo como un solo
dinamismo actuando en un vacío solitario de la libertad sin fondo; la
concepción de la nada en Sartre es distinta a otros autores. No es para él un
complemento del ser sino lo constituyente de lo real, y el ser en cuanta
existencia humana, es un continuo arrancarse de sí.
Esta conciencia puede cuestionarlo todo y para cumplir esta función debe
tener libertad absoluta y poder de modificar sus propios modos de existencia. A
si Sartre llega a la afirmación de que el hombre es un ser “condenado a la
libertad”.
Aquí se analiza la relación entre el prójimo que nos condiciona debido
al conocimiento que de nosotros tiene y con el cual, “nos roba”, sin embargo,
necesitamos del otro para captar plenamente todas las estructuras del prójimo.
La primera tarea del existencialismo es hacer consiente al hombre de lo
que es y responsabilizarlo de su existencia, todos los valores se hallan
afectados por este carácter radicalmente ambiguo: “ser incondicionalmente” y
“no ser”, en cuanto a su “único” fundamento, es la libertad humana.
En esta obra Sartre critica al marxismo cono “reificación “del hombre;
pues los principios de la dialéctica fueron tomados del mundo de los objetos,
pero no es posible aplicarlos a la esfera personal.
El ser y la nada presenta una visión nueva de la realidad humana y
plantea más interrogantes de los que soluciona.
¿Está el ser humano condenado a la mala fe, al absurdo? ¡El ser-hombre
se ajusta con toda clase de valores?. Algunos críticos han dicho que no hay una
sola sonrisa en sus escritos, ni un perfume, ni una flor
.
Es un jardín agostado, un desierto de arena pesada sin camino, Sartre en
la “critica de la razón dialéctica “hace un examen de la “situación” y del ser
“ser para otro” analizando allí la acción humana colectiva.
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