martes, 10 de marzo de 2020

Nuestros Recuerdos

Los seres humanos tenemos la capacidad de recordar. Nuestra mente es una especie de archivo donde guardamos recuerdos y les otorgamos un cierto significado o valor. Hoy sabemos desde la neurobiología que comenzamos a recordar vivencias positivas y negativas partir de los tres años de edad. 

Nuestros recuerdos conforman nuestra “identidad”, es decir, una especia de memoria autobiográfica o relato personal. Nuestros recuerdos nos dicen quiénes somos hoy. Por eso, no podemos vivir sin recuerdos. Ahora, cuando desde la voluntad traemos un recuerdo al momento actual, no lo hacemos tal y como el hecho ocurrió sino que lo editamos.

¿Qué significa esto? Que retocamos los detalles (como se hace con un video o una película), agregamos o suprimimos elementos. De este modo, los recuerdos que guardamos no reflejan nuestros acontecimientos fielmente. Esto es así porque con el paso del tiempo perdemos la afectividad que nuestros recuerdo nos provocan y recordamos pero sin la carga emotiva que teníamos al principio.
Recuerdos modificados
Después de muchos años visité mi escuela primaria y quedé sorprendido de lo pequeño que es el patio de juegos (que sigue siendo el mismo). Cuando era un niño lo veía inmenso. Esto sucede porque las personas dejamos un recuerdo acorde a nuestras proporciones y, como mencionamos, lo editamos.
 
Entonces, como resultado, con lo años y los cambios propios de cada edad, ese recuerde se va modificando.
 
¿Te diste cuenta de que un mismo hecho es relatado de diferente forma por dos personas distintas? Incluso es posible recordar algo que nunca nos sucedió. A veces oímos una historia cuando somos niños y con el tiempo la convertimos en un recuerdo personal que completamos con detalles vívidos y emociones intensas… ¡aunque no sea cierto! Así funciona la mente humana.

Los recuerdos del pasado nos dicen que hemos vivido diversas experiencias. Tal vez por eso los valoramos tanto y nos aferramos a ellos, en especial al atravesar circunstancias duras en el presente. ¿Por qué un recuerdo queda adherido a la memoria? Debido a su impacto emocional en nosotros que podríamos compararlo con el pegamento que lo adhiere en nuestra mente. 

No es lo mismo la felicidad de haber aprobado un examen final que la ansiedad y la tristeza de haber reprobado. Muy probablemente, en este último caso, al volver a rendir ese examen el recuerdo de ese día (con las emociones negativas incluidas) aparezca en nuestra mente. Cuanto más intensa es la emoción experimentada, más fuerte queda fijado en nosotros un recuerdo. Esto resulta evidente en situaciones negativas como una discusión o un asalto.

No podemos escapar de nuestros recuerdos. Si estamos contentos, traeremos recuerdos positivos que nos acarician el alma y nos alejan del estrés; si estamos tristes, traeremos recuerdos negativos que refuercen ese estado (aunque ya no tendrán tanto peso como antes). 

Lo ideal es, en el rompecabezas que es nuestra vida, incluir todas las piezas pero jugar con aquellas que nos ayuden a cumplir el propósito por el que estamos aquí disfrutando cada minuto del camino.

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