La inclusión hay que vivirla”. Así de contundente se mostró la
profesora Araceli Arellano,
investigadora principal del proyecto La transición a la vida
adulta de jóvenes de la comunidad gitana en Navarra, en la presentación
de la Jornada sobre inclusión educativa de la comunidad gitana, celebrada en la
Universidad de Navarra.
En ese mismo sentido se pronunció la profesora del I.E.S Río Arga (en
Peralta), María Carmen de Carlos, quien aseguró que no se puede afrontar
una realidad si se desconoce “Si como docentes vamos a enseñar, necesitamos
conocer la realidad. ¿Cómo vamos a afrontar al alumnado gitano si ni siquiera
conocemos cuántos hay en nuestro sistema educativo?”. La docente, que formó
parte de una mesa redonda con Javier Arza, miembro del departamento de trabajo
social de la UPNA; Ricardo Hernández, miembro de Gaz Kaló y que
estuvo moderada por la profesora Mª Ángeles Sotés, lanzó varias preguntas
sobre prejuicios y quiso compartir su testimonio como docente implicada en un
proyecto de inclusión entre alumnos gitanos y ‘payos’. Dicho proyecto
comenzó hace 4 años y fomenta el apoyo escolar entre iguales: de alumnas
gitanas, y payas, a alumnas gitanas. Gracias a esta iniciativa, un buen grupo
de alumnas han completado con éxito la educación secundaria, obteniendo el
título obligatorio, meta que hace unos años parecía muy alejada de su realidad.
Por su parte, Javier Arza hizo una descripción de la situación
en la que se encuentra la comunidad gitana, repasando su historia, y apuntó
algunas de las líneas de intervención establecidas para mejorarla. Aquí hizo un
énfasis sobre el porcentaje de alumnos que acceden a estudios de Educación Secundaria
y Enseñanza Superior así como índices de éxito. Se refirió, además,
a algunas barreras presentes aún en el sistema educativo que dificultan el
logro de la inclusión de alumnos gitanos. Por otro lado, Arza también
comentó algunas fortalezas del pueblo gitano, concretamente enfatizó el papel
de la familia “como espacio de cuidado, aprendizaje y socialización”.
“Llegar al colegio me hizo conocedor de otra realidad”
Ricardo Hernández, por su parte, coordinador de la Federación Gaz Kaló,
se dirigió en el cierre de la mesa redonda a los alumnos y quiso compartir con
ellos parte de su historia: “Yo fui de los primeros gitanos en sacarme el
graduado escolar. Cuando llegué al colegio, fue la primera vez que sentí que
era diferente. Tenía como referencia la memoria histórica que me había
transmitido mi familia, llegar al colegio me hizo conocedor de otra realidad”.
Hernández quiso aprovechar la ocasión para hacer un llamamiento a los
futuros docentes: “Tenéis que ser muy curiosos, espero que en esta jornada os
hayamos despertado la curiosidad sobre la comunidad gitana, y esperamos que
entre todos podamos cambiar esta situación de discriminación”.
La jornada concluyó con un taller en el que alumnos de la Facultad
de Educación y Psicología, y jóvenes gitanos de Gaz Kaló (la mayoría de ellos,
cursando educación secundaria) divididos por grupos, reflexionaron sobre
prejuicios, conductas discriminatorias presentes aún en la sociedad y
propuestas de solución que se podrían llevar a cabo desde el ámbito educativo.
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