Es normal que las personas de edad avanzada se tornen más lentas en sus
movimientos y estén más tiempo inactivas.
Desde el punto de vista de la mente, también con la edad declina la
agilidad mental y la memoria y cuesta prestar atención. Sin embargo esta
condición no confirma un mal pronóstico sino que es producto del desgaste
normal debido al paso de los años, que hoy en día se puede revertir.
El cerebro tiene la capacidad de mantenerse joven
si se realiza una actividad mental adecuada toda la vida, porque el ejercicio
de la mente ayuda a fortalecer las conexiones y neuronales.
La lectura es accesible a todos y es sumamente útil
para mantener el cerebro en funcionamiento y cualquier trabajo o hobby que
exija creatividad e imaginación puede resultar conveniente para las
personas mayores si disfrutan haciéndolo.
El aislamiento es el peor enemigo que atenta contra el funcionamiento
normal del cerebro y que participa como factor principal de su deterioro; ya
que los vínculos afectivos ayudan a conectarse con la vida y mejoran la
actividad cerebral.
La motivación para vivir en edades avanzadas es muy importante porque
mantienen tanto la agilidad del cuerpo como la de la mente.
El cerebro posee mecanismos para recuperar sus funciones y resolver sus
problemas cuando se producen lesiones en su estructura, creando nuevas
conexiones entre las neuronas.
Según estudios realizados en la Universidad de Columbia, en 2001, y
recientes en la Universidad de Barcelona, se produce un menor deterioro
neuronal en personas con mayor desarrollo intelectual y nivel de educación.
Hay que exigirle a la mente, estimularla, planteándole nuevos desafíos,
atreverse a implementar estrategias de vida diferentes, y tratar de evitar la
rutina y el sedentarismo.
Las personas mayores suelen perder el entusiasmo y la curiosidad. Dejan
de moverse con el cuerpo porque disfrutan del silencio y la vida cómoda, se
aferran a lo conocido, les cuesta aceptar nuevas ideas y adaptarse a los
cambios y tienden a abandonar intereses y relaciones.
La buena alimentación y el control de la salud también son factores que
inciden en el buen funcionamiento del cerebro.
Según los estudios realizados por neurocientíficos, las neuronas que no
se utilizan dejan de conectarse y de actuar, porque después de los veinte años
las elecciones de los individuos hace que se parcialicen sus intereses y se
centren en las funciones específicas que determinan su vocación y se abandonen
otras áreas.
El cerebro es como el disco rígido de una computadora porque guarda en
un archivo sus experiencias.
Si permanece activo se fortalecen estos recuerdos, en cambio si no está
sometido a exigencias o nuevos desafíos se van debilitando las conexiones
nerviosas, perdiendo el registro de esas experiencias y aprendizajes y
deteriorando el funcionamiento intelectual.
Los científicos están de acuerdo en afirmar que es posible activar las
conexiones neuronales e inclusive que el cerebro pueda generar nuevas, y
denominan neuroplasticidad a la capacidad de aumentar la reserva de
conocimientos y mejorar el rendimiento del intelecto mediante la estimulación mental.
El deterioro mental también se relaciona con el modo de elaborar las
pérdidas, con el carácter que tiene cada uno, con la capacidad de elaborar
proyectos y de poder atribuirle significado y valor a la vida.
Fuente: Diario La Nación, agosto/09, Sección Empleos, notas de Griselda
Russo, Jorge Campos y Javier Blanco Toledo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario