Solo puedes cuestionarte aquello que elegiste desde la
mente.
Solo puedes temer equivocarte si no es tu mente quien
está al mando.
Solo puedes arrepentirte cuando no has sido totalmente tú
quién conduce tu expresión.
Cualquier experiencia vivida desde la verdad de tu corazón,
contiene el saber necesario para volver la vista atrás y comprender el sentido de
caminar rumbo a lo desconocido.
No hay que proponerse escribir una novela
sino simplemente escribir, lo que se pueda, aquello que uno es capaz. Eso es lo
que he aprendido con los últimos trabajos. ¿Qué quiero decir? Que el acto de
escribir es lo más importante y es anterior a todo, al plan, a la posible
estructura del libro. Es anterior a la idea de libro.
Escribir es lo que define al individuo, es lo
que lo hace ser el que es. Es lo que me hace a mí ser el que soy y ser de este
modo y no de otro. No importa si escribo una novela, fragmentos, reflexiones o
simplemente juegos.
Negarse a escribir, resistir la intención,
también es parte de la vida del escritor.
Escribir solo cuando ya no se puede
resistir más. Escribir es una doble resistencia.
Se escribe para resistir las servidumbres
que la vida impone y se escribe para expresar
nuestra opinión la cual puja dentro de nosotros con total prescindencia de
cualquier estado anímico o condicionamiento.
Hugo W Arostegui
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