En un estudio de la Universidad George Washington hallan la
zona del cerebro que sería el asiento de la consciencia, avivando la discusión
científica.
Investigadores de la Universidad George
Washington informaron haber
descubierto el “interruptor de encendido y apagado” de la
consciencia humana.
En lo profundo, al interior del cerebro se encuentra una
delgada zona llamada en latín Claustrum (claustro).
El equipo de Mohamad Koubeissi, de esta
universidad, publicó en la revista Epilepsy & Behavior el caso de
una mujer de 54 años con epilepsia a quien estimuló eléctricamente el claustro
y se observaron sus reacciones.
Cuando a la paciente le estimulaban
eléctricamente esta región del cerebro, la mujer perdía la
consciencia súbitamente y se quedaba como en blanco, sin responder a
ningún tipo de estímulo; y cuando cesaba la estimulación,
despertaba de su letargo sin recordar lo que había sucedido.
El claustro parece unir todos
nuestros sentidos, percepciones y operaciones mentales en una sola
experiencia cohesionada. Sin embargo, ¿debemos llamar a todo eso
“consciencia”?
Definición de consciencia
Cuando se trata de la consciencia humana, al igual que del resto de
las funciones de nuestro cerebro,
el conocimiento científico actual es mínimo. A pesar de todo un siglo de
neurociencia “moderna”, apenas
si tenemos un esbozo de cómo
funciona el cerebro humano.
¿Qué es la consciencia? No es una pregunta fácil de
responder, y no existe un acuerdo en cuanto a qué es y qué abarca.
Presentamos algunas definiciones breves como referencia que
nos permitirán entender el alcance de este descubrimiento del claustro.
La consciencia según la Filosofía
El filósofo francés René Descartes define la consciencia
a través de su famosa máxima filosófica Cogito ergo sum, en
latín; Je
pense, donc je suis, en francés; Pienso, luego existo,
en español.
Parafraseando sería: “me doy cuenta de que pienso
(consciencia); y
ese acto hace de mi un ser que “es”, que existe: un ser humano.” La consciencia
sería, según Descartes, propia
de los seres humanos.
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