jueves, 14 de diciembre de 2017

Singularidades Humanas


La gente rara vez culmina sus objetivos a menos que sienta satisfacción en lo que trabaja. Para que otros sientan satisfacción con lo que hacemos, nosotros tenemos que hacer lo que nos satisfaga, agrade o guste. Con estos principios, tendremos la oportunidad de ser distintos y distinguidos, marcando un “hito de distinción” ante la sociedad. 

Está comprobado que la pasión o entusiasmo aumentan la creatividad y la inteligencia, lo que facilita el crear alternativas y soluciones para seguir medrando y avanzando a la vez. Cuando estás en empatía o conectado con tu pasión, consigues hacer más amplias tus posibilidades y, por tanto, tienes una ventaja competitiva respecto otros adversarios o rivales que se limitan a hacer lo imprescindible. La “autorrealización” es siempre sinónimo de máximo rendimiento para llegar al éxito.

Es importante que demostremos respeto y atención por las opiniones de los que nos rodean. No es bueno ni recomendable indicar a una persona que está equivocada y menos si es tu jefe. Una persona convencida contra su voluntad, casi siempre sigue manteniendo su misma opinión (duro de origen). Criticar es una cuestión inútil porque pone a la otra persona en defensiva y provoca que trate de justificarse. La crítica es muy peligrosa porque lastima  la arrogancia y el orgullo de la otra persona, su sentido de altivez y ello despierta resentimientos incontrolables. Somos seres “emocionales” antes que “racionales“. Por medio de la crítica, aunque sea acertada, pocas veces se generan cambios duraderos y consistentes.

Es muy importante ser cauto y señalar los errores de los demás de forma indirecta, suave y disimulada. Si tienes que corregir algo, realízalo después de un elogio. Busca caminos alternativos, 
para ello son expertos los gallegos que: “dicen algo sin decir nada“, a esto se le llama arte de la comunicación delicada, expresiva, educada y  cortés. 

El resentimiento que se genera por una corrección realizada de forma desconsiderada, imprudente o fuera de lugar puede durar eternamente, aun cuando haya sido generada con la intención de modificar una situación que así lo requería. Ante todo permite que el otro salve su orgullo y prestigio. 

Nunca tengamos la tentación de sobresalir sobre la otra persona y menos si es tu jefe o superior. A nadie le gusta que le den órdenes; mejor y más agradable es recibir sugerencias, indicaciones o cantos dulces y suaves  como de ángeles.


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