Cuenta la leyenda que hace muchos años hubo un trato entre el gato y el diablo y ese trato continúa hasta el día de hoy.... Es sabido que los Gatos nos acompañan y nos protegen, también se sabe que el Diablo está siempre muy interesado en coleccionar almas para llevárselas a su ardiente hogar.
Cuenta la antigua leyenda que hace muchos años existía una amable y bondadosa persona cuya alma era muy codiciada por el demonio, pero tenía muchas dificultades para apropiársela debido a que en la casa había atentos gatos custodiándola. Incentivado por ese desafío, fue el diablo en persona, entró a la casa y al encontrarse con uno de los gatos desplegó todas sus artimañas para convencerlo que le entregara de inmediato el alma de su ocupante.
El gato muy tranquilo y despreocupado le propuso un trato: Si el Diablo le podía contar cuantos pelos tenía en todo su cuerpo, antes del amanecer y decírselo con precisión le entregaría el alma de su dueño. Comenzó el Diablo a contar a toda velocidad y cuando estaba acabando mucho antes de lo pedido por el gato, este se sacudió vigorosamente, perdiendo el diablo la cuenta y desistiendo de volver a comenzar.
Dice la leyenda que el trato continúa, por eso, de vez en cuando vemos a nuestros gatos mirar algo que nosotros no vemos. También podemos ver cuando se quedan quietos como estatuas y de pronto sacudirse sin encontrar motivos para ello. Es que cada tanto desde el Infierno nos mandan a alguno de sus empleados para intentarlo nuevamente.
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