martes, 3 de julio de 2018

Lecciones Que Nos Da La Vida


Nuestros actos, conductas y comportamientos tienen sus consecuencias en la rueda de la vida. Tanto los momentos buenos como los momentos malos que experimentamos son importantes, son lecciones de vida que nos van a instar a madurar, a crecer y a ser mejores personas. Claro está, siempre que sepamos sacarle el partido debido.

La frase “cada uno tiene lo que se merece” la podemos entender en base a ésas consecuencias que tienen nuestros actos. Podemos creer en ésta frase conocida y popular cuando lo merecido es positivo. Pero la pregunta surge cuando lo que “merecemos” y lo que nos da la vida son circunstancias adversas, que conllevan sufrimiento, cambios, y desgracias.

“La vida tiene momentos buenos y malos. De los buenos se disfruta y de los malos se aprende”
-Anónimo-

Entonces, en base a lo anterior, ¿todo lo que nos ocurre obedece a consecuencias de nuestros actos? Me atrevo a decir que “cada uno tiene lo que necesita”.  En ocasiones, necesitamos ver directamente la consecuencia de un acto “malintencionado”. Y en muchas otras ocasiones, lo que nos ocurre, tiene un motivo de aprendizaje, “necesitamos aprender”.

Esa puede ser la explicación de tantas cosas que nos ocurren en la vida, que no relacionaremos con un comportamiento previo “insano, incorrecto, inadecuado o malintencionado”, pero que nos originan reacciones que nos impulsan a decir “¿por qué me merezco yo esto, es que he hecho algo malo”? 

Por lo tanto, “Cada uno tiene lo que necesita para aprender”.

Un ejemplo de esto puede ser cuando nos encontramos en una relación de pareja tóxica. Las personas de nuestro alrededor nos dicen que nuestra pareja no nos conviene, que nos está haciendo daño, pero nosotros no nos damos cuenta. Creemos que nuestras discusiones son naturales y que lo que la otra persona nos dice, perdona cualquier acto que se queda solo de puertas para adentro.

Sin embargo, un día descubrimos que nos ha sido infiel y todo nuestro mundo se derrumba. No hemos hecho nada malo, pero hemos necesitado de esta prueba para poner fin a una relación que no nos estaba beneficiando. Por lo tanto, en vez de una desgracia puede considerarse una oportunidad para abrir los ojos, tomar una decisión y una nueva dirección. 

Así funcionan las lecciones de vida.

“Nada malo  se va de nuestra vida hasta que no nos enseña lo que necesitamos aprender”
-Anónimo-
Todo ello, adaptado a nuestro momento vital, siempre con el objetivo, de encontrar el sentido de nuestra vida, la armonía en nuestra forma de vivir, la salud, el bienestar, el equilibrio emocional y la felicidad. La vida no es nuestra enemiga, siempre es nuestra amiga. Aunque las lecciones que nos ofrece para aprender siempre tengan una parte muy amarga.

“La vida no tiene sentido, se lo das tú, con lo que hagas, con lo que te apasiones, con tus ilusiones. Tú construyes el universo a tu medida”

-Walter Riso-

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