Todas las personas, en un momento u otro de nuestras vidas, nos enfrentaremos a alguna situación difícil o complicada. De hecho, a veces, estas circunstancias aparecen cuando menos lo esperamos. Por ello hay que estar preparados y saber cómo hacerles frente, consiguiendo crecer ante las adversidades.
De lo contrario, si no se toman las decisiones apropiadas, estas situaciones que irrumpen en nuestra rutina diaria, pueden suponer una verdadera catástrofe. Es importante mantener una buena actitud antes y después del suceso negativo.
«La adversidad es un hecho de la vida. No se puede controlar. Lo que sí podemos controlar es cómo reaccionar ante ella.»
-Anónimo-
Muchas veces la más mínima acción puede desencadenar las adversidades. Y, ante ellas, en primer lugar hay que dejar de lado la apatía, esa actitud de indiferencia o desmotivación. Pues esto supondrá una tendencia inevitable a enfocarse en lo negativo, llegando a convertirse en un cúmulo de problemas que pareciera no tener solución de ningún tipo. Por tanto, tener una actitud apática puede ser un gran obstáculo para superar las situaciones difíciles.
Debes tener en cuenta que la batalla se pierde en el momento en el que nos deja de importar. Muchas veces decimos o pensamos “da igual”, sin saber que cualquier conducta que realicemos puede cambiar el curso de los sucesos, y, asumiendo una actitud negativa solo lograremos ir hacia el desastre.
«Los golpes de la adversidad son muy amargos, pero nunca son estériles.»
-Ernest Renan-
Tener una actitud positiva y proactiva ante la vida es como construir una presa para cambiar el rumbo de la corriente. Esto no es sencillo, pero con constancia, esfuerzo y persistencia se puede conseguir.
«No hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba.»
-Séneca-
Al asumir una actitud positiva se pueden evitar las situaciones desagradables, pero esto no es infalible. A veces, los sucesos negativos están de una u otra forma destinados a ocurrir, sea como consecuencia de la acción de otros o no.
Cuando llegan esas adversidades, lo recomendable es mantenerse firmes, respirar y, con calma y tranquilidad, intentar reflexionar sobre el problema y su posible solución.
Lo más sano es analizar a fondo el camino recorrido, hay que aprender a identificar qué acciones pudieron preceder al problema y cuáles fueron las posibles razones de lo sucedido.
Pero, no se trata de buscar culpables, sino de adquirir el conocimiento necesario para evitar que una situación similar a esta se pueda repetir.
«Todas las adversidades que he tenido en mi vida, todos los problemas y obstáculos, me han fortalecido. Uno no se da cuenta cuando sucede, pero una patada en los dientes puede ser lo mejor que le puede pasar en un momento dado.»
-Walt Disney-
Es muy importante crecer ante las adversidades. Esto nos ayudará a encontrar nuestro camino y a conocernos mejor a nosotros mismos. Ya que en la situaciones límite, es cuando realmente ponemos a prueba nuestras capacidades y, por tanto, podemos evaluar nuestras reacciones.
Y, recuerda, intenta ser previsor y no llevar a cabo acciones que puedan desencadenar en graves problemas. Pero, si estos suceden sin que puedas evitarlo, sé firme y observa atentamente lo que ocurre a tu alrededor, sin perder la calma mientras pasa todo. De tu actitud dependerá el impacto que en ti tengan esas adversidades.
«La adversidad tiene el don de despertar talentos, que en la comodidad hubieran permanecido dormidos.»
-Horacio-
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