Sin embargo, es importante destacar que la palabra es una característica del buen carácter de alguien. Ella muestra el tipo de persona que usted es. Cada promesa es una garantía. Por eso es tan importante mantener lo que fue dicho, sea a quien sea y cual fuere el grado de responsabilidad que se asumió.
Según el conferencista y autor del libro “50 tonos para el éxito”, Jadson Edington, históricamente, los contratos no eran hechos de papel y no necesitaban una firma.
“Los negocios eran hechos en base a la palabra. La palabra era el bien más precioso de una persona. (…) La mayoría de nuestra comunicación es hecha por las palabras. La palabra tiene tanto poder que es capaz de destruir y, también, de construir”, afirma.
La palabra es una herramienta que en el trabajo puede ayudar a prosperar y en casa puede contribuir con el bienestar de la relación familiar. Tener palabra es tener honra. Cuando usted cumple su palabra, honra también a quien le prometió. “¿Cómo espera conquistar la confianza de sus subordinados, de su jefe, de su cliente, de su cónyuge o de sus hijos si siempre está rompiendo promesas y volviendo atrás con su palabra y compromisos? pregunta Edington.
Evite trampas
Quien cumple con su palabra, gana respeto y construye una buena reputación. Por eso, piense y analice bien antes de comprometerse a algo. Mejor no hablar que hablar y no cumplir. Evite caer en la trampa de las promesas no cumplidas. Edington aconseja que sea cual sea el compromiso que se asume, debe ser una decisión consciente.
“No se comprometa a nada sin tener la seguridad de que podrá cumplir. Anote en la agenda y haga un pacto consigo mismo de hacer que aquello suceda. (…) Si cambia de idea al respecto de algo a lo que usted ya se comprometió, no vuelva atrás. Aunque le cause un perjuicio, mantenga la palabra”, dice el conferencista.
Sin embargo, el consejo más importante y que puede cambiar su tipo de comportamiento delante de situaciones embarazosas es aprender a decir no. “No diga sí a cosas que usted sabe que no va a hacer. Cuidado con las pequeñas promesas. Si usted dijo que iba comprarle algo a alguien, cómprelo. Si le dice a su empleado que recibirá un aumento, déselo. En caso contrario, no prometa”, concluye Edington.
De aquí en adelante, vigile, sea valiente y esfuércese al máximo para volverse una persona confiable. Las personas confían en que mantienen la palabra. Comience honrando un compromiso consigo mismo y sea honesto.
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