Hay gente que es capaz de reconocer con total humildad tanto sus
habilidades como sus carencias. Y luego están los que padecen el curioso efecto
Dunning-Kruger. En este caso, las personas que menos saben, más listas se creen
y viceversa. Pero ¿cómo es posible?
Seguro que en más de una ocasión te has cruzado con algún conocido o
compañero de trabajo que por su timidez es incapaz de reconocer la valía
natural que posee para desempeñar determinadas funciones.
En el otro extremo, es fácil detectar a aquellas personas que hablan más
que lo que hacen y no les cuesta lo más mínimo alardear de unas supuestas
habilidades que luego en realidad no tienen. Ambos casos están bajo lo que
se conoce como el efecto Dunning-Kruger. Si
quieres conocer más sobre este extraño fenómeno, sigue leyendo.
Un estudio realizado por Justin Kruger and David
Dunning de la prestigiosa Universidad de Cornell (Ithaca, Nueva York),
demuestra que las personas con menos habilidades, capacidades y
conocimientos tienden a sobrestimar las capacidades y conocimientos que
realmente tienen, así como las personas más capaces y
competentes infravaloran sus aptitudes.
La investigación se realizó con estudiantes de Psicología en las áreas
de humor, gramática, razonamiento y lógica. Se realizaron cuatro estudios
diferentes y se preguntó a cada participantes cómo valoraba su competencia en
cada uno de los campos planteados. Después se les realizaba un test para poner
a prueba su competencia real.
A continuación, se compararon los datos obtenidos y se llegó a la
conclusión de que había una correlación entre las respuestas obtenidas.
Los investigadores se dieron cuenta de que cuanto menos
competente era la persona menos notaba su incompetencia y cuanto más competente
era más infravaloraba sus habilidades. ¿Curioso, no?
Esta
percepción irreal se debe, tal y como señalan Dunning y Kruger, a que las
habilidades y competencias necesarias para hacer algo bien son precisamente las
mismas habilidades requeridas para poder estimar el propio desempeño de la
tarea.
En cambio, las
personas que infravaloran sus competencias y capacidades, podríamos decir que
es debido al efecto de falso consenso: piensan que todo el mundo lo hace igual
y asumen que sus habilidades de encuentran dentro de la media. Sin embargo, sus
capacidades son claramente superiores.
Si algo
cabe destacar de este curioso efecto psicológico es que las
personas incompetentes llegan a conclusiones equivocadas y toman
malas decisiones y, además, su incompetencia no les permite ser conscientes de
ello, tal y como señalan Dunning y Kruger.
Las
conclusiones básicas del estudio están centradas en que para cierta habilidad o
área del conocimiento los individuos incompetentes:
Se muestran incapaces de reconocer su propia incompetencia.
Tienden a no poder reconocer la competencia de las demás personas.
No son capaces de tomar consciencia de hasta qué punto son incompetentes
en un ámbito.
Si entrenan, serán capaces de reconocer y aceptar su incompetencia
previa
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