Hay una fórmula
muy sencilla que nos permitirá tener este buen feeling con todos.
Existe un
procedimiento muy fácil para lograr esta buena onda. Podemos sin esfuerzo
conseguir caer bien a todo el mundo, conseguir ser agradables a los ojos de los
demás, lograr que los otros nos vean como personas cercanas y amigables.
Créeme que puedes conseguir todo esto sin ningún esfuerzo. Te aseguro que siguiendo este simple consejo vas a conseguir tener muy pocos enemigos, sino al contrario, vas a ser una persona popular y querida. No importa lo tímido o introvertido que seas, no importa la seguridad en tí mismo que tengas , no importa que pienses que no eres popular y querido. Con esta sencilla técnica, que está al alcance de todo el mundo (y eso te incluye a tí), nos aseguramos el mejorar nuestra imagen ante los demás, y caerle bien a todo el mundo.
Créeme que puedes conseguir todo esto sin ningún esfuerzo. Te aseguro que siguiendo este simple consejo vas a conseguir tener muy pocos enemigos, sino al contrario, vas a ser una persona popular y querida. No importa lo tímido o introvertido que seas, no importa la seguridad en tí mismo que tengas , no importa que pienses que no eres popular y querido. Con esta sencilla técnica, que está al alcance de todo el mundo (y eso te incluye a tí), nos aseguramos el mejorar nuestra imagen ante los demás, y caerle bien a todo el mundo.
Esa técnica es innata a algunas personas, pero para el resto se puede conseguir sin mucho esfuerzo. Es una fórmula tan simple y tan obvia que muchas veces pasa inadvertida a nuestros ojos, y sin embargo puede cambiar la percepción que los demás tienen de nosotros y nuestra relación con ellos.
¿Sabes cuál es esa "fórmula mágica"? Pues es tan simple como esto: SONREÍR
Así es. La sonrisa es la más poderosa de nuestras armas a la hora de causar buena impresión a los demás, a la hora de caerles bien, a la hora de generar buena onda con ellos. Sonreírle a los demás causa un hilo de empatía con ellos, provoca una sensación de buen rollo y de cercanía.
Casi nadie profesa sentimientos negativos hacia alguien que le sonríe.
Al contrario, ver a alguien que nos sonríe nos causa buena impresión, nos
hace sentirnos confiados, cercanos, nos provoca sentimientos positivos
hacia esa persona que nos sonríe.
Una cosa importante para este concepto es que no se trata de poner una mueca forzada, una alegría fingida; no, ni mucho menos. Se trata de mostrar una sonrisa sincera, se trata de alegrarse uno ante cada persona que ves y trasmitirle y trasladarle esa alegría. Se trata comunicar a la otra persona tu amabilidad y tu disposición a la buena relación a través de tu sonrisa sincera.
Practica a menudo la sonrisa. Quizás al principio si no estás acostumbrado a sonreir, te sientas extraño. No te preocupes, piensa que estás agradando y siendo agradable a los demás, que ellos te lo van a agradecer. Practica con frecuencia, trata de estar sonriendo la mayor parte del tiempo, y pronto será algo innato a tí.
Puedes utilizar esta fórmula cuando quieras causar buena impresión, en una entrevista de trabajo, ante tus profesores o cuando vas a conocer a los padres de tu pareja. Pero también puedes (y deberías) hacerlo en todas las situaciones de la vida: sonríe al conductor del autobús , al portero de tu edificio o a la chica de la limpieza. Sonríe al tendero de la esquina, al camarero que te sirve una cerveza, o al chico hace gimnasia a tu derecha, sonríe al guardia de tráfico, al vecino que te encuentras en el ascensor, o a la chica que te gusta y a la que no te gusta. Sonríe a todo el mundo.
Acostúmbrate a sonreír. No importa lo cansado que estés o que hayas tenido un mal día. Puede que estés distraído o enfadado. No importa. Acostúmbrate a sonreir a todos. Sonríe en todas las ocasiones.
Una cosa importante para este concepto es que no se trata de poner una mueca forzada, una alegría fingida; no, ni mucho menos. Se trata de mostrar una sonrisa sincera, se trata de alegrarse uno ante cada persona que ves y trasmitirle y trasladarle esa alegría. Se trata comunicar a la otra persona tu amabilidad y tu disposición a la buena relación a través de tu sonrisa sincera.
Practica a menudo la sonrisa. Quizás al principio si no estás acostumbrado a sonreir, te sientas extraño. No te preocupes, piensa que estás agradando y siendo agradable a los demás, que ellos te lo van a agradecer. Practica con frecuencia, trata de estar sonriendo la mayor parte del tiempo, y pronto será algo innato a tí.
Puedes utilizar esta fórmula cuando quieras causar buena impresión, en una entrevista de trabajo, ante tus profesores o cuando vas a conocer a los padres de tu pareja. Pero también puedes (y deberías) hacerlo en todas las situaciones de la vida: sonríe al conductor del autobús , al portero de tu edificio o a la chica de la limpieza. Sonríe al tendero de la esquina, al camarero que te sirve una cerveza, o al chico hace gimnasia a tu derecha, sonríe al guardia de tráfico, al vecino que te encuentras en el ascensor, o a la chica que te gusta y a la que no te gusta. Sonríe a todo el mundo.
Acostúmbrate a sonreír. No importa lo cansado que estés o que hayas tenido un mal día. Puede que estés distraído o enfadado. No importa. Acostúmbrate a sonreir a todos. Sonríe en todas las ocasiones.
Sonríe en todos los momentos.
La sonrisa es tu mejor arma. La sonrisa es tu
carta de presentación. La sonrisa es tu imagen de cara al público.
Tu sonrisa es lo que los demás van a ver de tí. Tu sonrisa eres tú.
La gente se agradará contigo, para ellos verte será como aire fresco. Una persona que siempre les sonríe, que siempre es amable y cercano con ellos.
La gente se agradará contigo, para ellos verte será como aire fresco. Una persona que siempre les sonríe, que siempre es amable y cercano con ellos.
Serás alguien que cae bien, alguien con buena onda, alguien popular
y querido. Y sin haber hecho ningún curso, ni esfuerzo.
SONRÍE. SIEMPRE.
SONRÍE. SIEMPRE.
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