miércoles, 25 de septiembre de 2019

Tiempo Al Tiempo



 Disipemos dudas en el comienzo de cada día. Hemos de apostar por las razones que nos permiten comprender. Todo llega cuando debe. Lo sabemos.

Los elementos de la casi perfección nos conducen por vericuetos de ansias estimables. No todo está donde debe. Así es el mundo. Presentemos consideraciones en clave cariñosa.

Hemos de estar listos para ayudar, para contribuir a mejorar nuestras propias vidas desde la fortaleza que nos hará más solidarios.

Todo es un deseo, que se resume en la felicidad, aunque no siempre lo sepamos, o no seamos capaces de nominarla.

Avancemos con los conceptos que hemos de considerar básicos, dándonos esos flujos que justifican todo y más. Hemos descubierto lo que fuimos. Podremos ser lo que nos propongamos. De veras.

Cuando era niño observaba el nacimiento de los pollitos y la forma que tenían para romper el huevo en el cual habían sido engendrados, es muy interesante ver como paulatinamente van agradando el espacio que les mantiene dentro hasta que finalmente logran salir al exterior.

Recuerdo la vez en que pretendiendo ayudar a acelerar el proceso agrandé con una varita el hueco que el pollito había abierto en el huevo y para mi sorpresa y frustración el pollito que en mi ansiedad pretendía ayudar a liberar de lo que yo suponía le mantenía cautivo dejó de esforzarse y en poco tiempo lamentablemente se murió.

Más tarde supe, y la enseñanza recibida todavía persiste como grabada a fuego en mi consciencia, que cada cosa requiere su tiempo y que pretender acelerar los procesos naturales lo único que logra es el exponer al candidato a las consecuencias de su falta de madurez.


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