“La creatividad con calidad, la excelencia con
integridad, las fuerzas inventivas y el valor de hacer las cosas bien y de
hacer el bien se convierten hoy en un motor formidable”
“El ser humano sabe hacer de los
obstáculos nuevos caminos
porque a la vida le basta el espacio de una grieta para renacer.”
Ernesto Sábato (La resistencia)
porque a la vida le basta el espacio de una grieta para renacer.”
Ernesto Sábato (La resistencia)
Atendiendo a la frase del célebre psicólogo Jean Piaget, quien
considera que “el conocimiento es un sistema de transformaciones que se vuelven
progresivamente adecuadas”, podemos deducir que la importancia de inculcar
la esperanza en los niños, pese a que es uno de los valores que antes
desarrollan, pero también de los que pueden desaparecer más rápido con su
desarrollo.
Un niño es capaz de esperar un regalo día tras día y año tras año. El
pequeño jamás pierde la esperanza cuando realmente desea algo. Ahora bien,
según avanza en edad, si el joven se acostumbra a no conseguir nunca nada,
también la acabará perdiendo, pudiendo este hecho traer consecuencias nefastas
en su psique y desarrollo adecuado.
Resulta por tanto importante inculcar la esperanza en nuestros pequeños.
Además, también es básico potenciarla, pues es un valor que no debe perder
jamás. Esta es una misión que recae en progenitores, profesores y monitores.
No obstante, también es necesario recordar que no es bueno permitir que
el pequeño acabe en actitudes en exceso ingenuas. Es decir, no se debe
potenciar la esperanza del niño en conseguir una quimera, un sueño irrealizable
o un acto imposible.
Es necesario que la potenciación de los valores esté siempre apegada a
la realidad si deseamos mejorar su calidad de vida y su desarrollo ponderado y
adecuado.
Para aprender a inculcar y potenciar la esperanza de nuestros pequeños,
nos vamos a basar en las teorías de uno de los psicólogos infantiles más
importantes del siglo XX. Hablamos de Paulo Freire, que basa su
pensamiento en una serie de premisas sencillas y muy útiles:
Estimulación: un detalle importante que permitirá que el niño
siempre mantenga y potencie valores como la esperanza es la
estimulación. Hemos de favorecer que el joven pregunte, sienta curiosidad
por aprender y tenga interés por descubrir. Enseñarle a experimentar e ir
siempre más allá para explorar sus límites es verdaderamente útil y adecuado.
Ejemplificacion: es complejo tratar de inculcar en el pequeño
valores como la esperanza si no le servimos como espejo y ejemplo.
Debemos transmitir al niño todo aquello que realmente deseamos que
aprenda a través de gestos, palabras, comportamientos, etc.
“Enseñar exige la corporización de las palabras por el ejemplo”
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