La integración social, por su parte, es un proceso dinámico y multifactorial que supone que gente que se encuentra en diferentes grupos sociales (ya sea por cuestiones económicas, culturales, religiosas o nacionales) se reúna bajo un mismo objetivo o precepto.
De esta forma, la integración social puede darse dentro de un cierto país, cuando se busca que las personas que pertenecen a los estratos sociales más bajos logren mejorar su nivel de vida. Para esto, el Estado o las instituciones civiles deben promover políticas y acciones para fomentar habilidades de autonomía personal y social, la inserción ocupacional, la educación y la adecuada alimentación.
El ser humano vive en sociedad, forma parte de un sistema. Dicha integración social potencia la autoestima personal y eleva el bienestar individual de quien se relaciona con los demás. Sin embargo, existen situaciones en las que las personas pueden estar en riesgo de exclusión social.
Por ejemplo, la precariedad económica puede estar vinculada con la exclusión social. Desde este punto de vista, existen profesionales como los trabajadores sociales e instituciones específicas que trabajan ofreciendo una ayuda concreta a esas personas que están en riesgo de exclusión
Esta ayuda tiene un doble beneficio ya que no solo sirve de ayuda para las personas vulnerables que están en riesgo de quedar fuera del sistema sino que se trata de un beneficio social para todos ya que el bienestar individual de las personas suma bienestar al conjunto.
La sociedad no es una entidad estática sino dinámica, los elementos que componen
la sociedad están en constante evolución.
Desde este punto de vista, puede suceder que una persona que ha formado parte de una familia acomodada esté en riesgo de exclusión en un momento de su vida como consecuencia de un problema económico o un problema personal.
Tiene un doble beneficio ya que no solo sirve de ayuda para las personas vulnerables que están en riesgo de quedar fuera del sistema sino que se trata de un beneficio social para todos ya que el bienestar individual de las personas suma bienestar al conjunto.
Por ejemplo, la precariedad económica puede estar vinculada con la exclusión social.
Desde este punto de vista, existen profesionales como los trabajadores sociales e instituciones específicas que trabajan ofreciendo una ayuda concreta a esas personas que están en riesgo de exclusión.
La integración social tiene como objetivo potenciar a las personas en el desarrollo de su propia autonomía. Desde este punto de vista, se ha avanzado mucho en la integración de personas que sufren algún tipo de discapacidad. Esta integración social también mejora la convivencia de todos armonizando los intereses de cada una de las partes.
Uno de los aspectos más importantes para la integración de las personas en la sociedad es el trabajo. Por ello, en tiempos de crisis económica, el riesgo de exclusión de aquellos parados de larga duración aumenta. La integración social apuesta por la atención a las personas, es decir, por priorizar el factor humano analizando los recursos que se necesitan para actuar en una situación de ayuda.
Los profesionales que trabajan en este sector analizan un perfil específico de personas en riesgo de exclusión social con el objetivo de minimizar las opciones de vulnerabilidad en la sociedad actual.
De esta forma, la integración social puede darse dentro de un cierto país, cuando se busca que las personas que pertenecen a los estratos sociales más bajos logren mejorar su nivel de vida. Para esto, el Estado o las instituciones civiles deben promover políticas y acciones para fomentar habilidades de autonomía personal y social, la inserción ocupacional, la educación y la adecuada alimentación.
El ser humano vive en sociedad, forma parte de un sistema. Dicha integración social potencia la autoestima personal y eleva el bienestar individual de quien se relaciona con los demás. Sin embargo, existen situaciones en las que las personas pueden estar en riesgo de exclusión social.
Por ejemplo, la precariedad económica puede estar vinculada con la exclusión social. Desde este punto de vista, existen profesionales como los trabajadores sociales e instituciones específicas que trabajan ofreciendo una ayuda concreta a esas personas que están en riesgo de exclusión
Esta ayuda tiene un doble beneficio ya que no solo sirve de ayuda para las personas vulnerables que están en riesgo de quedar fuera del sistema sino que se trata de un beneficio social para todos ya que el bienestar individual de las personas suma bienestar al conjunto.
La sociedad no es una entidad estática sino dinámica, los elementos que componen
la sociedad están en constante evolución.
Desde este punto de vista, puede suceder que una persona que ha formado parte de una familia acomodada esté en riesgo de exclusión en un momento de su vida como consecuencia de un problema económico o un problema personal.
Tiene un doble beneficio ya que no solo sirve de ayuda para las personas vulnerables que están en riesgo de quedar fuera del sistema sino que se trata de un beneficio social para todos ya que el bienestar individual de las personas suma bienestar al conjunto.
Por ejemplo, la precariedad económica puede estar vinculada con la exclusión social.
Desde este punto de vista, existen profesionales como los trabajadores sociales e instituciones específicas que trabajan ofreciendo una ayuda concreta a esas personas que están en riesgo de exclusión.
La integración social tiene como objetivo potenciar a las personas en el desarrollo de su propia autonomía. Desde este punto de vista, se ha avanzado mucho en la integración de personas que sufren algún tipo de discapacidad. Esta integración social también mejora la convivencia de todos armonizando los intereses de cada una de las partes.
Uno de los aspectos más importantes para la integración de las personas en la sociedad es el trabajo. Por ello, en tiempos de crisis económica, el riesgo de exclusión de aquellos parados de larga duración aumenta. La integración social apuesta por la atención a las personas, es decir, por priorizar el factor humano analizando los recursos que se necesitan para actuar en una situación de ayuda.
Los profesionales que trabajan en este sector analizan un perfil específico de personas en riesgo de exclusión social con el objetivo de minimizar las opciones de vulnerabilidad en la sociedad actual.
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