Filosofía
El Génesis Humano
Lo más importante en la obra de Darwin fue el planteamiento de un
mecanismo natural para explicar la diversidad y adaptación de las especies.
Dejó de contemplar sólo el origen de los organismos y vislumbró la evolución de
los mismos. El uso de los elementos simples con los que se cuenta en un momento
específico de la historia permite proponer hipótesis que pueden ser
desarrolladas.
De tal forma, el pensador griego utiliza el elemento más simple y
moldeable para explicar la esencia de las cosas, el Maya describe de manera
simple la evolución de los materiales como si fuera un ensayo de prueba-error.
Darwin, un naturalista, emplea las herramientas que le ha dotado su propia
educación para poder evidenciar la importancia que tiene el medio para inducir
y probar los cambios que permitan una adaptación más adecuada en ese medio
particular.
Anteriormente, los estudios geológicos habían jugado un papel importante
en apoyo a la evolución. En el pasado, la Paleontología era la única ciencia
útil en la determinación de fechas, a partir de las cuales se originaron y
divergieron ancestros comunes. Después de casi 150 años de Biología evolutiva
surgen nuevas investigaciones genéticas y bioquímicas que tratan de dilucidar
el origen y la evolución del hombre a partir de una historia molecular.
Ahora bien, las investigaciones concernientes al estudio de la evolución
se fundamentan en variaciones, las cuales sirven como marcadores para realizar
estudios filogenéticos. Desde hacía tiempo las variaciones en las especies fueron
consideradas como «la materia prima de la evolución».
Pues bien, son estas diferencias entre los organismos las que, al
modificarse y heredarse, producirán toda la diversidad biológica. Sin saberlo,
Darwin trazó la línea a través de la cual la biología molecular se centraría en
los estudios evolutivos, relacionados con las variaciones presentes en todos
los niveles de organización estructural de los organismos.
El reflejo de tales variaciones se manifiesta a través de diferencias en
secuencias alélicas, las cuales están relacionadas a su vez con la expresión de
proteínas diferentes. De tal forma, todas las aproximaciones acerca del origen
de los humanos son fundamentalmente comparativas. La búsqueda e identificación
de diversos cambios genéticos relacionados con el Homo sapiens, contribuyen
de una manera determinante en la filogenia los seres humanos desde su último
ancestro con otros simios o con otras especies del género Homo [Carroll, Nature 422:
849-857(2003)].
Todos los seres humanos comparten una historia en común: su historia
genética, cuyo génesis se remonta 6 millones de años atrás, con la aparición
del Sahelanthropus tchadensis, hasta llegar al Homo
sapiens conformado apenas hace 250 000 años. En efecto, la
filogenia del Australopithecus, Paranthropus y Homo guarda
una estrecha relación con el Sahelanthropus.
Algunas veces el descubrimiento de homínidos fósiles es un evento
fortuito y probablemente nunca se tengan registros completos de ellos, por lo
que es necesario otro tipo de evidencias para tratar de reconstruir esa
historia genética que conforma al ser humano.
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