Decimos que “cada persona es un mundo en sí mismo”
de manera que todos partimos de realidades diferentes que nos hacen percibir
los acontecimientos desde la óptica de nuestra esfera de influencia y de la
distancia que nos separe de un determinado suceso.
Como el mundo que somos cada uno de nosotros nos
vamos interrelacionando desde donde orbitamos formando verdaderas
constelaciones desde las cuales nos identificamos, estas constelaciones
adquieren nombres tales como: constelaciones familiares, redes sociales,
agremiaciones, cooperativas, etc. etc.
Tal como sucede con las estrellas que observamos en
el firmamento, vistas a la distancia tenemos la impresión de una falsa
aproximación entre unas y otras y pareciera que existe una gran armonía entre
sus órbitas, lo mismo sucede entre “las estrellas humanas” donde ninguna de
ellas puede despojarse de sus “particularidades” y para que puedan “converger
armónicamente” es absolutamente necesario desarrollar un gran sentido de
empatía en la diversidad de sus esencias.
“La organización de las
estrellas en constelaciones es una práctica que existía ya desde tiempos
antiguos cuando civilizaciones como las mesopotámicas, las griegas y las
orientales llevaban a cabo tal práctica. Esta acción tenía como objetivo
principal distinguir de manera más accesible y rápida las estrellas, lo cual
servía para la ubicación tanto terrestre como marítima. De más está decir que,
al mismo tiempo, estas constelaciones recibían un carácter mágico trascendente
y de ahí que se las relacionara con animales o personajes míticos.”
... vía Definición ABC http://www.definicionabc.com/ciencia/constelacion.php
... vía Definición ABC http://www.definicionabc.com/ciencia/constelacion.php
Estas constelaciones humanas
constituyen en su conjunto las sociedades organizadas que hoy ocupan los cuatro
puntos cardinales de nuestro planeta y de ellas depende el mantenimiento
armónico que tal como sucede en el firmamento puedan preservar nuestra
existencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario