viernes, 12 de julio de 2019

El Buen Humor


Les suelo hacer a quienes trabajan conmigo el siguiente comentario: “cada mañana cuando me levanto y me paro frente al espejo, al verme, siento una profunda gratitud hacia mis progenitores, ¿saben por qué? Por qué realmente se esmeraron cuando me hicieron me hace muy feliz y me llena de entusiasmo verme frente al espejo y empiezo mi día pleno de entusiasmo”

Y créanme que esto no es un chiste forma parte del buen humor con el cual comienzo mi jornada de trabajo y cuando veo algunas caras largas y desanimadas les hago el siguiente comentario: “que les pasa? Han estado “chupando limones” acaso? ¡por favor! vayan nuevamente a sus casas y rompan todos los espejos, tapen todos los que encuentren pues cualquiera que se viese tal como se les ve a ustedes con seguridad empieza el día con una gran depresión”

“Relacionamos continuamente el buen humor con la felicidad, y muchas veces nos paramos a pensar... ¿Qué fue primero? ¿Nuestra felicidad o nuestro humor? ¿Quién provoca a quién? Pues bien, podemos decir que ni uno ni otro, es nuestra actitud ante las cosas que provoca que todo vaya bien....o mal.

Tenemos dos opciones a la hora de afrontar las cosas cotidianas, hacerlo con buen humor o mal humor, ser positivos o negativos... Nuestra predisposición ante los problemas es fundamental a la hora de medir el resultado final del problema y sobre todo, de nuestro estado de ánimo.

Todos tenemos nuestros momentos de felicidad y tristeza, obviamente, y no es normal estar siempre feliz, en cada momento, pero lo que no es lógico es estar enfadados con la vida constantemente, si te identificas con una actitud similar a esta, quizás sea hora de empezar a hacer las cosas de un modo más desenfadado.”

Así es la cosa


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