Hay dos variables que no dependen de nosotros y estas son tiempo y
espacio, como decimos ninguno viene a este mundo con un rótulo o una grifa que
indique la fecha de vencimiento, no hay duda de que el tiempo nos pertenece
mientras transitamos por la vida y todo lo que hagamos desde el nacimiento nos
consume lo que indican estas dos variables tiempo y espacio, todo lo que
nos propongamos nos consumirá indefectiblemente este combustible, tal como si
fuésemos una nave que tripulamos en medio de la inmensidad en la cual estamos
inmersos.
Lo que sí depende de nosotros, lo que es intransferible e indelegable,
es nuestra voluntad de hacer todo lo que nos propongamos y lo que pueda
costarnos, en términos de orientar nuestros objetivos, nos pertenece en
exclusiva, nada ni nadie puede, a priori, determinar el tope, el cual
sencillamente no existe, de la distancia que podamos recorrer en el aquí y en
el ahora de nuestro “estar presente” en este tiempo en el cual existimos
De manera que nuestra consciencia de ser nos impulsa a avanzar y nuestra
voluntad de realizar cuánto nos decidamos realizar, serán los indicadores que
marcarán nuestro rumbo en la vida, todo es posible y no hay condicionantes ni
limitaciones que puedan conspirar en contra de la voluntad humana.
El concepto de avanzar lo relacionamos con el de superación, es decir,
ser en el día de hoy mejores de lo que fuimos en el de ayer pero ser
conscientes que el proceso en el cual nos sentimos involucrados, nos
sitúa en una inmejorable situación para enfrentar mejor los desafíos de mañana.
Hay dos variables que no dependen de nosotros y estas son tiempo y
espacio, como decimos ninguno viene a este mundo con un rótulo o una grifa que
indique la fecha de vencimiento, no hay duda de que el tiempo nos pertenece
mientras transitamos por la vida y todo lo que hagamos desde el nacimiento nos
consume lo que indican estas dos variables tiempo y espacio, todo lo que
nos propongamos nos consumirá indefectiblemente este combustible, tal como si
fuésemos una nave que tripulamos en medio de la inmensidad en la cual estamos
inmersos.
Lo que sí depende de nosotros, lo que es intransferible e indelegable,
es nuestra voluntad de hacer todo lo que nos propongamos y lo que pueda
costarnos, en términos de orientar nuestros objetivos, nos pertenece en
exclusiva, nada ni nadie puede, a priori, determinar el tope, el cual
sencillamente no existe, de la distancia que podamos recorrer en el aquí y en
el ahora de nuestro “estar presente” en este tiempo en el cual existimos
De manera que nuestra consciencia de ser nos impulsa a avanzar y nuestra
voluntad de realizar cuánto nos decidamos realizar, serán los indicadores que
marcarán nuestro rumbo en la vida, todo es posible y no hay condicionantes ni
limitaciones que puedan conspirar en contra de la voluntad humana.
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