viernes, 19 de julio de 2019

Un Único Camino


“La educación puede definirse como el proceso de socialización de los individuos. Al educarse, una persona asimila y aprende conocimientos. La educación también implica una concienciación cultural y conductual, donde las nuevas generaciones adquieren los modos de ser de generaciones anteriores.”

Podemos afirmar que el grado de evolución de la sociedad que todos constituimos nos ha deparado la imperiosa necesidad de mantenernos asidos a un derrotero cuyo apartamiento del mismo implica la pérdida del rumbo adoptado con la consecuente marginalización social que impida su inclusión y acceso a toda proyección de sus posibilidades de futuro.

Es responsabilidad de todos transmitirnos ciertas certezas por las cuales podamos incursionar con posibilidades de alcanzar nuestros objetivos en la vida y lograr el grado de integración social que nos permita una proyección acorde con los desafíos que la propia sociedad en su conjunto nos exige para que podamos desarrollar al máximo posible nuestras habilidades.

Antiguamente era aceptable que los mayores incentivaran a las nuevas generaciones a vivir dentro de los requisitos propios de la época considerando que una de las exigencias básicas para labrar un futuro promisorio era “contar con brazos fuertes y ganas de trabajar”.

Lamentablemente en nuestros días (este concepto fuertemente adquirido por las familias de emigrantes que llegaron a éstas latitudes con la firme voluntad de afincarse y permanecer tanto ellos como sus descendientes) decíamos, que hoy ya no es suficiente, simplemente no basta con la “voluntad de trabajo” necesitamos incorporar “nuevas herramientas” para asegurarnos un lugar, nuestro lugar en una sociedad que se proyecta al futuro.

La educación es el único camino a recorrer que nos conducirá a los más variados destinos, cuánto más y mejor nos eduquemos mayores serán nuestras oportunidades de desarrollo.
“La educación puede definirse como el proceso de socialización de los individuos. Al educarse, una persona asimila y aprende conocimientos. La educación también implica una concienciación cultural y conductual, donde las nuevas generaciones adquieren los modos de ser de generaciones anteriores.”

Podemos afirmar que el grado de evolución de la sociedad que todos constituimos nos ha deparado la imperiosa necesidad de mantenernos asidos a un derrotero cuyo apartamiento del mismo implica la pérdida del rumbo adoptado con la consecuente marginalización social que impida su inclusión y acceso a toda proyección de sus posibilidades de futuro.

Es responsabilidad de todos transmitirnos ciertas certezas por las cuales podamos incursionar con posibilidades de alcanzar nuestros objetivos en la vida y lograr el grado de integración social que nos permita una proyección acorde con los desafíos que la propia sociedad en su conjunto nos exige para que podamos desarrollar al máximo posible nuestras habilidades.

Antiguamente era aceptable que los mayores incentivaran a las nuevas generaciones a vivir dentro de los requisitos propios de la época considerando que una de las exigencias básicas para labrar un futuro promisorio era “contar con brazos fuertes y ganas de trabajar”.

Lamentablemente en nuestros días (este concepto fuertemente adquirido por las familias de emigrantes que llegaron a éstas latitudes con la firme voluntad de afincarse y permanecer tanto ellos como sus descendientes) decíamos, que hoy ya no es suficiente, simplemente no basta con la “voluntad de trabajo” necesitamos incorporar “nuevas herramientas” para asegurarnos un lugar, 
nuestro lugar en una sociedad que se proyecta al futuro.

La educación es el único camino a recorrer que nos conducirá a los más variados destinos, cuánto más y mejor nos eduquemos mayores serán nuestras oportunidades de desarrollo.


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