En la medida en que avanzamos en el intercambio de mensajes con nuestros nuevos amigos con quienes compartimos un espacio en las redes sociales de las cuales formamos parte, personas con las que ampliamos los horizontes de un mundo que cada vez se torna más pequeño, carente de fronteras e inmerso en una cada vez mayor intercomunicación.
Todos nos hemos ganado un merecido espacio en
este tránsito fluido donde participamos unos y otros conformando un entrelazado
compacto que resulta una clara demostración del grado de civilidad democrática
alcanzado en donde deben primar los principios y valores que contribuyan al
afianzamiento de nuestra cultura.
Es en este marco, el de la coparticipación, donde
pensamos que se demuestra en toda su dimensión la trascendencia de lo que hemos
logrado ya nadie discute la importancia de las “redes sociales” en el quehacer
colectivo de la comunicación, esto que nos representa a todos merece que
manifestemos la consideración que todos y cada uno nos merecemos por este tan
singular esfuerzo.
“Sin dudas, una de las más difundidas es aquella que dice que la
consideración es una conducta típicamente humana y que se caracteriza por la
expresión de respeto, de cortesía hacia alguien o algo, una situación, porque
se lo admira, por ejemplo.
Cuando una persona nos genera admiración por aquello que hace o por el aporte que le ha brindado a la humanidad, es común que surja la consideración para con él, y entonces, como consecuencia se lo alaba, se lo cuida, y se evita generarle algún tipo de disgusto.
La consideración suele aparecer por otras cuestiones más allá de la admiración, tal es el caso del afecto, del cariño que se le tiene a alguien y que hará entonces que la tratemos con una especial deferencia frente al resto.
Por otra parte, las personas mayores, los ancianos, suelen despertar en el común de la gente consideración y por ello es que se les deja el lugar en una cola, se les cede el asiento en un transporte público o simplemente se les ofrece ayuda si es que se aprecia que la necesitan.
Cabe destacarse que la persona considerada, es decir, que dispone de consideración en su forma de ser, tendrá muy presente los sentimientos y las cuestiones personales de los otros y actuará y se expresará en consecuencia de manera, de no afectarlos o herir susceptibilidades. O sea, si piensa que algo que diga o haga le provocará dolor a la otra persona directamente no lo dirá o hará.
Asimismo, está consideración se suele trasladar a los gustos y preferencias que se sabe los otros tienen y que serán tenidas en cuenta a la hora de hacer un regalo por ejemplo.
Otro uso que le damos a esta palabra permite referir a la opinión que algo o alguien nos producen, nos suscitan, tras su conocimiento o luego de observar una determinada conducta.
Y también la consideración puede ser el análisis que se efectúa sobre una cosa o tema, sería poner el foco sobre un asunto. En este sentido la acción de la consideración es muy importante a la hora de sacar conclusiones sobre un aspecto o para determinar cuál es la mejor alternativa para seguir.”
Cuando una persona nos genera admiración por aquello que hace o por el aporte que le ha brindado a la humanidad, es común que surja la consideración para con él, y entonces, como consecuencia se lo alaba, se lo cuida, y se evita generarle algún tipo de disgusto.
La consideración suele aparecer por otras cuestiones más allá de la admiración, tal es el caso del afecto, del cariño que se le tiene a alguien y que hará entonces que la tratemos con una especial deferencia frente al resto.
Por otra parte, las personas mayores, los ancianos, suelen despertar en el común de la gente consideración y por ello es que se les deja el lugar en una cola, se les cede el asiento en un transporte público o simplemente se les ofrece ayuda si es que se aprecia que la necesitan.
Cabe destacarse que la persona considerada, es decir, que dispone de consideración en su forma de ser, tendrá muy presente los sentimientos y las cuestiones personales de los otros y actuará y se expresará en consecuencia de manera, de no afectarlos o herir susceptibilidades. O sea, si piensa que algo que diga o haga le provocará dolor a la otra persona directamente no lo dirá o hará.
Asimismo, está consideración se suele trasladar a los gustos y preferencias que se sabe los otros tienen y que serán tenidas en cuenta a la hora de hacer un regalo por ejemplo.
Otro uso que le damos a esta palabra permite referir a la opinión que algo o alguien nos producen, nos suscitan, tras su conocimiento o luego de observar una determinada conducta.
Y también la consideración puede ser el análisis que se efectúa sobre una cosa o tema, sería poner el foco sobre un asunto. En este sentido la acción de la consideración es muy importante a la hora de sacar conclusiones sobre un aspecto o para determinar cuál es la mejor alternativa para seguir.”
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